En el Banco Central están trabajando aceleradamente en la elaboración de medidas orientadas a limitar las tasas de interés que las entidades financieras aplican en las tarjetas de crédito, según anticiparon fuentes de la autoridad monetaria a Ámbito Financiero. Al respecto, un informe que le acercaron sus asesores al presidente Alberto Fernández da cuenta de que los bancos cobran tasas de hasta el 200 por ciento por los saldos impagos en las tarjetas de crédito.
En declaraciones radiales, el primer mandatario reclamó a las entidades que hagan su aporte. “El gran sistema financiero alguna vez tiene que tener algo para Argentina”, dijo en tono molesto. El presidente sostuvo que se encontraba analizando los tres pedidos que les hizo a las entidades: “Créditos para el consumo, para las pymes y un límite real a las tasas de las tarjetas de crédito, porque es un acto usuario contra la clase media. Y estoy esperando que lo hagan. Si no, voy a tratar de convencer al presidente del Banco Central para que intervenga porque no se pueden estar cobrando las tasas que se están cobrando en las tarjetas de crédito”, sostuvo en Rivadavia.
En la Casa Rosada recuerdan que desde la autoridad monetaria se están haciendo esfuerzos para reducir las tasas. El jueves pasado, el Central puso en marcha un mecanismo para impulsar una baja en los préstamos para pymes consistente en reducir los encajes a las entidades que otorguen préstamos a mipymes a tasas de hasta 35 por ciento.
En la actualidad, la tasa de referencia de la política monetaria se ubica en 44 por ciento anual, es decir, casi 30 puntos por debajo del máximo de 73,5 por ciento que alcanzó en octubre pasado. Desde el Gobierno sostienen la tasa promedio que hoy reciben los ahorristas por los depósitos se ubica en torno de 35 por ciento anual, es decir, unos 15 puntos por debajo de lo que ofrecían en octubre pasado, en medio de las tensiones financieras-.
Pero no se observó una baja similar en las tasas que deben afrontar los deudores de tarjetas de crédito, que “en general pagan tasas de 180 por ciento anual por los saldos no cubiertos de las tarjetas de crédito”, según aseguró una alta fuente de Gobierno.
Un mes difícil
La expectativa en la Casa Rosada es que la autoridad monetaria instrumente lo más rápido posible las medidas orientadas a recortar la carga de los intereses que se cobran por el financiamiento de los saldos de las tarjetas de crédito.
En lo inmediato, preocupa la situación que enfrentarán vastos sectores, particularmente de la clase media, en marzo. En este mes, los resúmenes de las tarjetas vienen “recargados” por los gastos de las vacaciones, a lo que se suman los escolares.
“Lo que más nos importa es poner en marcha la economía cuanto antes”, afirmó uno de los colaboradores más cercanos al presidente Fernández. En este contexto se encuadran medidas como la “canasta escolar” o el aumento de los ingresos de los sectores de menores recursos (los que más consumen); precios cuidados, entre otras.
En la Casa Rosada insisten en que para poner en marcha la economía es necesaria fomentar el consumo. Desde esta perspectiva, la reducción en los costos del financiamiento con tarjeta sería una medida que beneficiaría particularmente a los sectores medios. Por esta razón es que, citan como ejemplo, la decisión de otorgar medicamentos gratis a los jubilados abarca a todo el universo de los pasivos y no sólo a los que cobran la mínima.
En el mismo sentido, el trabajo que se lleva a cabo para luego de los 180 días establecer un esquema donde los eventuales aumentos de tarifas no afecten de manera significativa a vastos sectores de la clase media. En el análisis se tendrán especialmente en cuenta también a los comerciantes y las pymes. El criterio del trabajo de los futuros incrementos de tarifas es el mismo que se aplicó para las jubilaciones -privilegiar a los que menos tienen- de donde los futuros aumentos recaerán sobre los consumos más altos (con diferenciaciones) o las propiedades más grandes.
“Ya fueron muy golpeados durante estos últimos cuatro años”, afirman en el entorno presidencial, aunque reconocen que también los últimos años del Gobierno de Cristina de Kirchner la economía no anduvo bien.
En el Gobierno, si bien están conformes por el resultado de lo actuado hasta el momento, sin embargo, esperan con ansiedad que la economía empiece a repuntar, paso fundamental para que pueda comenzar a crearse empleo, un tema que desvela a Alberto Fernández.
Fuente: Ámbito