El FMI y el Banco Mundial pidieron este miércoles a los acreedores bilaterales de los países con las economías más vulnerables del mundo que “congelen el reembolso de deudas” para que puedan, en su lugar, destinar el dinero para combatir la pandemia de coronavirus.
“El Banco Mundial y el FMI creen que es imperativo en este momento dar un sentido global de alivio a los países en desarrollo así como una fuerte señal a los mercados financieros”, indicaron en un comunicado conjunto. En concreto, se refirieron a 76 Estados, entre los que se encuentran ocho de Latinoamérica y el Caribe: Honduras y Nicaragua por la primera región, y Dominica, San Vicente, Granada, Guyana, Haití, Santa Lucía por la segunda.
Las dos instituciones indicaron que el respiro permitiría analizar la situación y necesidades de cada uno de los Estados en este contexto sin precedentes.
Asimismo, pidieron al G20 ser puestos a cargo de esta tarea de evaluación para hacer la lista de países con niveles de deuda insostenible y trabajar en una reestructuración. “Invitamos a los líderes del G20 a encomendar al Grupo Banco Mundial y el FMI estas evaluaciones, incluyendo indentificación de los países con situaciones insostenibles de deuda, y preparar una propuesta para una acción abarcativa de parte de los acreedores bilaterales”, expresa un párrafo del comunicado al respecto.
La propuesta será presentada para aprobación durante las reuniones de primavera boreal de ambos organismos, que tendrán lugar los días 16 y 17 de abril próximos y se realizarán de forma virtual. “La comunidad internacional recibirá de buen grado un apoyo del G20 a este llamado”, concluyen los dos organismos financieros globales.
La medida de alivio de pagos apunta a países que califican para ayuda del “IDA” (acrónimo de International Development Association, o Asociación de Desarrollo Internacional) del Banco Mundial, fondo que alcanza a “dos tercios de la población mundial en extrema pobreza” y un cuarto de la población mundial.
Según explica el FMI, el criterio para integrar la lista depende ante todo de la pobreza relativa de un país, definida como un ingreso nacional bruto per cápita inferior a un umbral establecido y actualizado anualmente (1.175 dólares en el ejercicio económico de 2020).
Actualmente, 76 países están en esta lista, agrupados por el FMI de la siguiente manera:
África: Benin, Burkina Faso, Burundi, Camerún, Cabo Verde, República Centroafricana, Chad, Comoras, República Democrática del Congo, República de Congo, Costa de Marfil, Eritrea, Etiopía, Gambia, Guinea, Guinea-Bissau, Kenia, Lesoto, Liberia, Madagascar, Malawi, Mauritania, Mozambique, Níger, Nigeria, Rwanda, Senegal, Sierra Leona, Sudán, Sudán del Sur, Tanzania, Togo, Uganda, Zambia, Zimbabwe.
Este asiático: Camboya, Fiji, Kiribati, Laos, Islas Marshall, Micronesia, Myanmar, Papúa Nueva Guinea, Samoa, Islas Salomón, Timor Oriental, Tonga, Tuvalu, Vanuatu.
Sur de Asia: Afganistán, Bangladesh, Bután, Maldivas, Nepal, Pakistán.
Europa y Asia Central: Kirguistán, Kosovo, Moldova, Tayikistán, Uzbekistán.
América Latina y el Caribe: Dominica, San Vicente, Granada, Guyana, Haití, Santa Lucía. Honduras, Nicaragua.
Medio Oriente y norte de África: Siria, Yemen, Yibuti.
En paralelo, otros países en desarrollo solicitaron al FMI que les destinara recursos sin necesidad de contar con un programa formal de la institución para hacer frente al impacto de la pandemia. El organismo se encuentra analizando el pedido y ya ha anunciado que incrementará “de forma masiva el financiamiento de emergencia”.
"Estamos trabajando en estrecha colaboración con las otras instituciones financieras internacionales para brindar una sólida respuesta coordinada”, indicó la titular del organismo, Kristalina Georgieva, en un comunicado el martes.
Además, se repondrán “los recursos de nuestro Fondo Fiduciario para Alivio y Contención de Catástrofes a fin de ayudar a los países más pobres”. Más allá de los recursos ya comprometidos, pidió “a otras partes sumarse a este esfuerzo”.
“Estamos preparados para desplegar la totalidad de nuestra capacidad prestable, de un trillón de dólares”, destacó. Y concluyó: “Estas son circunstancias extraordinarias. Muchos países ya están tomando medidas que no tienen precedentes. En el FMI, trabajando estrechamente con los países miembros, haremos lo mismo. Luchemos juntos para sobrellevar esta emergencia ofreciendo apoyo a la gente en todo el mundo”.