A través de un nuevo DNU, el gobierno nacional autorizó la emisión de bonos en moneda extrajera para avanzar en la reestructuración de la deuda. Los bonos serán por 44.500 millones de dólares y 17.600 millones de euros, según consta en el decreto 391 con fecha de este martes.
Este mecanismo es parte del proceso que comenzó la semana pasada cuando el Gobierno hizo publica la oferta a los acreedores que se concretó ayer ante la SEC. Tanto el presidente, Alberto Fernández como el ministro de Economía, Martín Guzmán aseguraron que se trata de una propuesta que "Argentina puede cumplir", mientras que los acreedores ya mostraron su rechazo.
En su primer artículo, el DNU dispone "la reestructuración de los Títulos Públicos de la República Argentina emitidos bajo ley extranjera detallados en el Anexo". Allí adjunta el llamado prospecto con los detalles de la oferta presentada en la SEC.
"Dispónese la emisión, por hasta las sumas necesarias para dar cumplimiento a lo dispuesto en el artículo uno del presente decreto, de una o varias series de instrumentos denominados en Dólares Estadounidenses y Euros", dice el artículo dos. El monto máximo es 4.500 millones en dólares y de 17.600 millones en euros.
Por ultimo en el artículo tres se enuncia que "el ministro de Economía podrá realizar las modificaciones que fueren necesarias en el modelo del Suplemento de Prospecto ("Prospectus Supplement")", dejando abierta la posibilidad de negociar con los bonistas. Sin embargo, dichas modificaciones no podrán alterar la lista de títulos públicos detallados en el anexo del decreto, los términos y condiciones financieras y, de ser aplicable, las cantidades totales de los títulos a emitirse para dar efecto a la operación de reestructuración planteada, ni los ratios de canje propuestos”.
En cuanto a la propuesta, el Gobierno oficializó que propondrá 10 bonos, cinco en euros y cinco en dólares, con intereses promedio de 2,3 por ciento y extensión de plazos hasta el 2047, y que, en promedio en términos de valor presente neto, el mercado valuó que tendrán una quita de cerca de 67 por ciento, similar a la oferta de reestructuración del 2005.
En base a la propuesta presentada ante la SEC, el Gobierno no descarta la utilización de "warrants" (garantías), para mejorar eventualmente la oferta, sin cambiar las condiciones iniciales. Así se desprende del documento suplementario de la oferta de 50 paginas, enviado a la SEC, las siglas en inglés de la comisión de valores estadounidense, en donde especifica que no descarta utilizar "warrants" en la oferta de reestructuración,
Más temprano, el ministro de Economía Guzmán, afirmó que "eran esperables" las expresiones iniciales de rechazo formuladas por diversos grupos de acreedores a las propuestas de reestructuración de deuda formulada por el gobierno argentino.
"En algún sentido eran esperables; también es parte de lo que es un proceso en el que la otra parte busca presionar para que Argentina ofrezca más, pero como digo, no se puede, porque ofrecer más no es sostenible y nosotros eso es algo que no vamos a hacer", dijo el ministro en una entrevista radial.
En la víspera, tres grupos de acreedores explicitaron su posición de rechazo a la oferta que se conoció el viernes a última hora y que fue publicada ayer en el sitio oficial de la SEC estadounidense. Guzmán ratificó hoy los términos de la oferta y sugirió que la misma no deja espacio para una negociación.
"La oferta es la que es", sostuvo el titular del Palacio de Hacienda, para luego remarcar que que la iniciativa "ya está en la comisión nacional de valores de los EEUU y es el producto del entendimiento al que hemos llegado después las conversaciones y negociaciones que hemos tenido; de las cuales, insisto, no es que hubo acuerdo porque ellos están pidiendo algo que es simplemente insostenible".
Guzmán había adelantado la semana pasada que el proceso duraría alrededor de 20 días. También el presidente Alberto Fernández -en declaraciones recientes- señaló que la Argentina iba a hacer uso de los días legales posteriores a este vencimiento antes de caer en incumplimiento formal.
El ministro remarcó que desde el Gobierno "ya considerábamos que la economía estaba en virtual default". "Entonces, no es que Argentina hoy tiene acceso al mercado de crédito internacional y entonces luego de no poder hacer frente a los pagos de deuda que se vienen en los próximos días va a perder ese acceso. Eso no es así, Argentina ya no tiene acceso al mercado de crédito internacional y eso va a seguir ocurriendo pase lo que pase", agregó.