El ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, tuvo este miércoles por la tarde en las oficinas del Fondo Monetario Internacional un primer encuentro con la nueva directora gerente del FMI, la búlgara Kristalina Georgieva, quien hoy, pocas horas antes, fue oficializada en el cargo, aunque no entrará en funciones hasta los primeros días del mes que viene.
Fue un raro privilegio para el funcionario de Mauricio Macri. La reunión no estaba programada y se produjo sólo porque el ministro se encontraba en la capital norteamericana para darles continuidad a las conversaciones técnicas iniciadas un día antes con los responsables del Fondo a cargo del caso argentino.
Probablemente, también talló otra circunstancia: el programa con la Argentina es hoy el más grande en la cartera de créditos del FMI, y su continuidad atraviesa las dudas derivadas de la incertidumbre política. De hecho, se perfila, según coinciden los observadores en la capital norteamericana, como uno de los primeros grandes desafíos que deberá enfrentar la nueva número uno del organismo.
La reunión tuvo lugar en las oficinas de la Argentina en el Fondo y, según afirmaron desde Hacienda, Georgieva le ratificó al ministro que la Argentina está en el tope de prioridades para el Fondo. También le habría dicho que quería que la primera reunión de su gestión fuera con las autoridades argentinas. Y que espera que ambas partes trabajen juntas para ir entendiendo las dificultades económicas y políticas que atraviesa el país.
Fuentes de Hacienda confiaron que el encuentro de Hernán Lacunza con Kristalina Georgieva fue de tipo “protocolar” y que fue pedido por los funcionarios del Gobierno aprovechando su presencia en Washington en el mismo día en que el board del FMI oficializó su designación. Aclararon que no esperaban “nada en concreto” de ese contacto, aunque indicaron que se habló allí del caso argentino.
Según confiaron fuentes cercanas al funcionario de Mauricio Macri, en el encuentro se habló sobre todo de los números fiscales y financieros del país. La comitiva argentina puso sobre la mesa las proyecciones hasta fin de año y argumentaron que la Argentina cumplió “con todas las pautas” del programa stand-by. “Vamos a cumplir con el equilibrio primario, con un margen de 0,5 por ciento para infraestructura y gasto social”, afirmaron junto a Lacunza.
En esa misma reunión, los funcionarios argentinos explicaron las últimas medidas para calmar los nervios del mercado y cerrar la canilla de salida de dólares. El aumento en la base monetaria por parte del Banco Central fue también parte de esas explicaciones que se ofrecieron a los técnicos del Fondo. Y otro punto que no quedó fuera fue la posibilidad de encarar una renegociación del acuerdo con el Fondo, aunque cualquier avance está atado al futuro político del país.
Próximas reuniones para liberar el quinto desembolso
Las conversaciones seguirán a partir del 14 de octubre, también en esta capital. Recién entonces, es posible que haya más certezas sobre el desembolso pendiente, correspondiente a la quinta revisión del acuerdo. Hoy, un día después del encuentro en Nueva York, del que también participó Macri, el número dos del FMI, David Lipton, consideró al respecto que la Argentina “quizá tenga que esperar un poco más”. En los hechos, es una admisión más de que, en pleno proceso electoral, el programa está virtualmente congelado.