Tanto profesionales de las ciencias económicas como dirigentes de las entidades que representan a las pequeñas y medianas empresas coinciden en que septiembre fue un mes para el olvido para la actividad, con ventas muy escasas. Y como carecen de fondos, no estarían en condiciones de abonar el adelanto para ingresar al plan de la Administración Federal de Ingresos Públicos (Afip) para regularizar deudas acumuladas al 30 de junio de este año. El problema es que el plazo para entrar al beneficio vence el próximo 31 de este mes.
Entre los contadores públicos se espera que el organismo recaudador disponga de una prórroga del vencimiento del plan hasta fin de año. Hoy tienen que abonar una tasa del tres por ciento mensual si se trata de una pyme, y del cuatro en el caso de una empresa grande. Pero en cualquier caso para poder ingresar tienen que pagar un anticipo de entre el cinco por ciento y el 10 de la deuda consolidada. Para llegar a tiempo antes de que se cierre el plazo, las pymes interesadas deberían estar ahora reuniendo el dinero. Pero según señalan fuentes del sector, no tendrían esos fondos debido a la magra actividad registrada en el último mes, donde hubo caída de consumo.
Peor mes en 18 años
El tributarista Ezequiel Passarelli afirmó que "el mes pasado fue uno de los peores de los últimos 18 años" y explica que "nadie pudo vender casi nada, y los que lo hicieron no pudieron cobrar". De hecho, como las cadenas de pagos están estiradas unos 60 días, las pymes que vendieron en septiembre recién van a cobrar en noviembre, de modo que resultaría razonable que la Afip les conceda algunos días más de plazo. Los contadores están a la expectativa.
De hecho, el programa tiene buena aceptación. Hasta el mes pasado se habían anotado 55.000 planes por $20.000 millones.
En otro aspecto, fuentes del ministerio de la Producción indicaron que el Gobierno espera a que la situación en el frente financiero y cambiario comience a estabilizarse como para iniciar una nueva ronda de conversaciones con los bancos, a fin de negociar un nuevo paquete para el descuento de cheques.
Del primer paquete participaron una docena de entidades financieras provinciales y estatales, como el Banco Nación, el Provincia, y el Ciudad, además del Banco de Córdoba. Se destinaron $26.000 millones para fortalecer las líneas de descuento de cheques a una tasa del 29 por ciento.
Si bien trascendió que el Gobierno habría presionado a los bancos para que bajen sus tasas de interés, que actualmente llegan al 80% para un descubierto en cuenta corriente, fuentes del sector bancario indicaron que no registraron un reclamo formal en ese sentido, más allá de algunas expresiones públicas.
Fuente: Ámbito