Productores de huevos piden una rebaja de IVA. La producción y el consumo de huevo en Argentina continúan avanzando en una tendencia de franco crecimiento. Durante 2023, la actividad creció un 2,88 por ciento y alcanzó las 15.807.600.000 de unidades.
El consumo per cápita también mostró un notable incremento, situándose en 336 huevos al año. Las proyecciones preliminares para 2024 son aún más alentadoras, ya que el consumo por habitante se ubicaría en las 352 unidades.
Este es un gran logro para una cadena que enfrenta desafíos, como todas las actividades productivas del país, pero que incesantemente lucha por ganar un lugar más importante en la dieta de los consumidores.
Argumentos del pedido
En este contexto, la Cámara Argentina de Productores de Huevo (Capia) solicitó la reducción del impuesto al valor agregado (IVA) para eliminar las distorsiones que se generan al comercializar el producto en las góndolas, ya que estas situaciones afectan la competitividad. Capia reclamó al Gobierno la rebaja “del IVA para el huevo, que actualmente está gravado con un 21 por ciento, mientras que otras proteínas animales tributan solo el 10,5 por ciento”.
Javier Prida, presidente ejecutivo de Capia, explicó que “el pedido de la rebaja de la alícuota del IVA del 21 al 10,5 por ciento obedece a que estamos en desventaja frente al resto de las proteínas animales. Todas las carnes pagan 10,5 por ciento, la leche paga 10,5 por ciento y el huevo paga 21 por ciento”. Según Prida, esta medida no solo beneficiaría a los productores, sino que también podría ofrecer ventajas al consumidor.
Informalidad y sus consecuencias
La informalidad es un problema de larga data en este tipo de cadenas productivas, donde se pierde información del sistema, lo que tiene un impacto tributario significativo. Prida destaca que “la revisión del tema impositivo inevitablemente va a llevar a un beneficio para el consumidor, que hoy gasta el 2,46 por ciento de su salario al año en huevos”. Según el presidente de Capia, si se reduce el IVA al 10,5 por ciento, eso podría traducirse en una mejora de al menos 0,2 por ciento del total de su salario. Para los consumidores, esto representa una suma considerable, mientras que para el Estado podría resultar neutro a largo plazo.
Sin embargo, los cambios en la matriz impositiva pueden demorar en generar un impacto fiscal nulo. En un contexto donde los recursos del Estado son limitados y la urgencia impera, los pedidos como el de Capia pueden quedar relegados. A pesar de esto, es esencial considerar la distribución geográfica de los avícolas, que operan en 18 provincias y generan más de 32.000 empleos directos e indirectos, fomentando el desarrollo económico de las economías regionales.
Con esta sólida base productiva, el sector busca financiamiento para aumentar la tecnificación, dado que un 20 por ciento de las granjas aún no han adoptado tecnologías avanzadas. CAPIA está explorando un sistema de prefinanciación de exportaciones que permita recuperar los niveles de ventas al exterior previos a 2023, en un contexto donde casi el 98 por ciento de la producción se destina al consumo local.
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