Al menos 26 muertos y 26 heridos dejó el tiroteo este sábado en un centro comercial de El Paso, Texas, dijeron autoridades de este estado del sur de Estados Unidos, que investigan el incidente como un "posible crimen de odio".
"Veinte personas inocentes de El Paso perdieron la vida", dijo el gobernador de Texas, Greg Abbott, en una rueda de prensa. "Un día que para alguien habría sido normal ir tranquilamente de compras se convirtió en uno de los días más mortíferos de la historia de Texas", agregó.
Por su parte, Greg Allen, jefe de la policía de El Paso, en la frontera con México, precisó que los heridos son 26 y confirmó que el sospechoso es "un hombre blanco de 21 años", quien está bajo custodia.
Asimismo, Allen advirtió que fue hallado "un manifiesto de este individuo que indica, en cierta medida, un posible vínculo con un crimen de odio".
El tiroteo, que se produjo tras otros dos similares durante la última semana, comenzó a media mañana cerca de un local de la tienda Walmart, provocando pánico en la zona comercial más grande de la ciudad, repleta por el fin de semana.
Robert Gomez, sargento y portavoz del Departamento de Policía de El Paso, dijo a la prensa que "solo una persona fue detenida".
Según el gobernador adjunto de Texas, Dan Patrick, el sospechoso es un hombre de 21 años, y medios locales lo identificaron como Patrick Crusius, que vive en el área de Dallas.
"Terrible tiroteo en El Paso, los reportes son muy malos, muchos muertos", tuiteó el presidente Donald Trump, quien agregó que ya habló con el gobernador de Texas, Gregg Abbott, para ofrecerle "el apoyo del gobierno federal".
"Hoy, la comunidad de El Paso se ha visto golpeada por un acto de odio y violencia sin sentido", declaró por su parte Abbott en un comunicado.
El alcalde de El Paso, Dee Margo, declaró a la cadena CNN: "Esto es una tragedia, estoy conmocionado".
"Estamos en estado de shock", dijo Walmart en una nota, y aseguró que estaba trabajando en estrecha colaboración con la policía.
Cuando estallaron los disparos, había entre 1.000 y 3.000 clientes y 100 empleados en el supermercado, según Gomez.
Algunas imágenes grabadas con celulares muestran varios cuerpos tirados en el estacionamiento de Walmart, en tanto otras documentaban a compradores aterrorizados corriendo hacia la salida de la tienda mientras se oían ecos de disparos.
Una mujer que se dirigía a hacer compras a Walmart declaró a Fox News que había escuchado "como fuegos artificiales" mientras buscaba un lugar para estacionar. "Me dirigí a la salida", contó. "Vi a un hombre con una camiseta negra y pantalones de camuflaje que llevaba lo que parecía un rifle, apuntaba a la gente y disparaba directamente a ellos, vi a tres o cuatro cayendo al suelo", continuó.
Una imagen tomada por cámaras de videovigilancia muestra al sospechoso portando lo que parece un fusil AK-47.
La televisión estadounidense mostró a numerosos miembros de cuerpos de seguridad fuertemente armados en el área.
Otro testigo contó que ayudó a personas heridas en el estacionamiento del centro. "Desafortunadamente, perdimos a un señor", declaró a la televisión.
Sobre las 11:00 (17:00 GMT), la policía de El Paso exhortó a la población a permanecer alejada de la zona: "Alerta tiroteo, manténganse lejos del centro comercial Cielo Vista, la situación está aún en desarrollo".
Inmediatamente se desplegó un fuerte contingente de efectivos, patrullas y carros blindados en el lugar.
Horas después, la situación parecía bajo control de las autoridades, aunque quedaban por chequear varias zonas aledañas para descartar potenciales riesgos de otros atacantes.
La delegación de Dallas de la Agencia Federal para el Control de Armas, Explosivos, Tabaco y Alcohol (ATF) indicó que se desplazaba para apoyar la operación en curso.
En Estados Unidos los tiroteos son habituales. El martes, dos personas murieron y un policía resultó herido en otra tienda Walmart en Misisipi.
El domingo pasado tres personas, incluido un niño de seis años, murieron a manos de un hombre de 19 años que abrió fuego en un festival gastronómico en Gilroy, California, al sur de San Francisco.
Como ocurre después de cada baño de sangre, varias voces se alzaron para exigir una mayor regulación del mercado de armas de fuego, algo que las altas esferas políticas no han abordado con firme decisión todavía.
"Debemos actuar ahora para poner fin a nuestra epidemia de violencia armada", dijo la precandidata demócrata Elizabeth Warren, quien se declaró "devastada" por el hecho.
"Llevamos a las víctimas en nuestros corazones y prometemos continuar actuando en su honor", señaló en Twitter la organización que impulsa mejoras en la seguridad pública Moms Demand Action (Madres Piden Acción).