El estado de Alabama, en el sur de Estados Unidos, ejecutó este jueves 25 de enero al preso Kenneth Eugene Smith, asfixiándolo con gas nitrógeno, un método nunca antes probado. El Gobierno estatal calificó el procedimiento como "el método de ejecución más indoloro y humano conocido por el hombre".
Los testigos de la ejecución describieron “de dos a cuatro minutos de convulsiones” y “cinco minutos de respiración fuerte”, y contaron que Smith dijo: “Esta noche Alabama hace que la humanidad dé un paso atrás. Gracias por apoyarme. Los quiero a todos”. Cuando el gas empezó a fluir, miró a su esposa y añadió: “Te amo”.
Smith fue ejecutado con este procedimiento luego de que en noviembre de 2022 hubiese un intento fallido, dado que el verdugo no logró insertar una aguja de vía intravenosa en su cuerpo. Como parte de un acuerdo posterior, Alabama se comprometió a no intentar matarlo de nuevo con inyección letal.
Kenneth Smith, una vida a cambio de mil dólares
Smith fue declarado culpable de participar en 1989 junto a otro hombre, llamado John Parker, en el asesinato por encargo de Elizabeth Sennett. La acuchillaron y mataron a golpes con el atizador de una chimenea a cambio de un pago de mil dólares prometido a cada uno de ellos por el marido de la víctima, un pastor que, atosigado por las deudas, buscaba cobrar el dinero del seguro. Este llamó a la policía y trató de hacer pasar la trama por un allanamiento con violencia de la casa familiar.
Cuando se vio acorralado y a punto de ser descubierto, se suicidó antes de que lo acusaran del crimen. Alabama mató a Parker con una inyección letal en junio de 2010. Un tercer implicado en el asesinato, Billy Gray Williams, que fue quien recibió el encargo del marido y enroló a los otros dos en la macabra misión, fue condenado a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional, y murió en la cárcel en 2020.
Los hijos de la víctima, Mike y Chuck Sennett, hablaron con la prensa tras asistir a la muerte de Smith. “Nada de lo que ha sucedido hoy nos devolverá a mamá”, dijo Mike, que aseguró que habían perdonado a los tres implicados en el asesinato. “Nos alegra que esto haya terminado. Elizabeth Dorlene Sennett recibió al fin la justicia que merecía.”
El recurso a la hipoxia de nitrógeno se debe a los problemas que ha venido dando en los últimos años la inyección letal, método que se introdujo en 1982 en Texas y que en estos 42 años se ha empleado para matar a 1.377 condenados. Está considerada la forma de ejecución que más falla. Solo en Alabama protagonizó en 2022 tres intentos fracasados.
La búsqueda de alternativas se ha intensificado en los últimos tiempos, en vista de que las empresas farmacéuticas se niegan por una cuestión de imagen corporativa a vender a los Estados esos fármacos, cuyas existencias ya han caducado. Además, en 2011, la Unión Europea prohibió la exportación de esas drogas a Estados Unidos. Ese es uno de los motivos que hicieron que solo cinco Estados administraran en 2023 la pena capital.
Además de Alabama, Tennessee y Misisipi han aprobado el uso del nitrógeno en las ejecuciones, pero ninguno de los dos Estados lo ha puesto en práctica aún. La muerte de Smith promete así abrir una nueva era en la historia de la pena capital en Estados Unidos.