El economista y exmilitante del M-19 desembarcó en el poder ante 100.000 personas en la Plaza Bolívar y líderes latinoamericanos como Alberto Fernández; prometió seguir los Acuerdos de Paz de 2016
Gustavo Petro tomó juramento este domingo como presidente de Colombia, ante cientos de miles de personas que acompañaron la ceremonia de investidura en Bogotá. Se convirtió así en el primer presidente de izquierda de un país históricamente dominado por conservadores y liberales. Prometió gobernar con un “gran acuerdo nacional para construir los máximos consensos” en torno a las ambiciosas reformas que propuso en la campaña.
“Juro a Dios y prometo al pueblo cumplir fielmente la Constitución y las leyes de Colombia”, dijo el exsenador y exguerrillero de 62 años ante el jefe del Congreso en la céntrica Plaza de Bolívar.
Con una ventaja de 700.601 votos, el jefe de la oposición convenció a la mitad de los colombianos con su plan para transformar un país con la segunda brecha más amplia entre ricos y pobres en América latina y azotado por la violencia del narcotráfico.
En un gesto cargado de emoción, el mandatario fue investido por la senadora María José Pizarro, hija de Carlos Pizarro, quien fue compañero de Petro en la guerrilla y cayó asesinado en 1990 cuando era candidato presidencial y la intención de voto le daba un 60 por ciento. La congresista, entre lágrimas, le colocó la banda presidencial al nuevo mandatario y le dio un abrazo en medio de la ovación de los asistentes.
“Hoy empieza la Colombia de lo posible. Estamos acá contra todo pronóstico, contra todos los que decían que nunca íbamos a gobernar. Contra los que dijeron que nunca íbamos a estar en el poder”, dijo Petro en su discurso de investidura. “Hoy empezamos a trabajar para que haya más posibles en Colombia”.
Su victoria fue histórica porque consiguió la votación más alta para la izquierda, en una nación marcadamente conservadora, lo que le valdrá todavía más respeto entre el progresismo de la región, dentro del cual podría convertirse en un líder clave.
Petro, que sucede en el poder a Iván Duque, gobernará por cuatro años un país de 50 millones de habitantes que por primera vez ingresará a la órbita de la izquierda en la región.
El resultado llegó sobre la base del denominado Pacto Histórico, una amplia alianza que reúne a fuerzas de izquierda, feministas, ambientalistas, juveniles y sindicales, todas en torno de Colombia Humana, el partido que él mismo fundó.
A la par de la jura de Petro se dio otro momento histórico, con la asunción de Francia Márquez como primera afroamericana en ocupar la vicepresidencia nacional.
Enfundada en un vestido largo azul y naranja del mismo estilo étnico que utilizó durante toda la campaña electoral y que es una representación de la identidad del Pacífico, Márquez Juró "a Dios y al pueblo", como el máximo mandatario, y agregó: "También juro ante mis ancestros y ancestras hasta que la dignidad se haga costumbre".
El discurso de Petro a favor de profundas reformas sociales y económicas alentó algunas advertencias de quienes lo consideran un camino hacia el “castrochavismo”, lo tildaron de comunista o lo consideran un “populista peligroso”.
Pero cierta moderación discursiva, un plan cuidadoso y los esfuerzos por mostrarse previsible le dieron a Petro la victoria en las legislativas de marzo. El pasado 19 de junio repitió ese triunfo en un mano a mano con el autoproclamado “antisistema” Rodolfo Hernández y hoy, por fin, sucedió a Duque y llegó a la Casa de Nariño.
En el discurso de ayer, el flamante primer mandatario colombiano seguró que “la unidad latinoamericana no puede ser una retórica”, razón por la cual hizo un llamado a la unión para que la región sea fuerte en un “mundo complejo”.
“Hoy necesitamos estar más juntos y unidos que nunca. Como dijo alguna vez Simón Bolívar: ‘La unión debe salvarnos, como nos destruirá la división si llega a introducirse entre nosotros’. Que se acabe la división de América Latina. Pero la unidad latinoamericana no puede ser una retórica, un mero discurso”, afirmó .
“Es hora de dejar atrás los bloques, los grupos y las diferencias ideológicas para trabajar juntos”, dijo.