Donald Trump supo ser una figura de oro de la televisión de los Estados Unidos y su mandato como Presidente de ese país está teniendo un "final de temporada" digno de un rating cuantioso. Tanto es así que este lunes la bancada demócrata de la Cámara baja del Congreso votó a favor de iniciarle un segundo juicio político, esta vez por las declaraciones incendiarias que fogonearon la toma del Capitolio el 6 de enero pasado.
Como primera medida, Twitter, Facebook e Instagram suspendieron de manera permanente la cuenta de Donald Trump -una suerte de megáfono para el todavía Presidente de Estados Unidos- con la intención de evitar que siga incitando a la violencia a sus fanáticos. Muchos de los funcionarios del Gobierno saliente renunciaron tras el episodio en el Capitolio, pero el vicepresidente, Mike Pence, se niega a pedir el juicio político contra el mandatario, cosa para la que está habilitado por ley.
Pero también está el camino institucional, y la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, aseguró el domingo a la noche que estaba lista para lanzar un segundo proceso de juicio político contra el presidente, a menos que deje la Casa Blanca en los próximos días.
Por eso durante la jornada de este lunes la bancada demócrata presentó una acusación de "incitación a la insurrección" contra Donald Trump, que el Senado tendrá que aceptar o rechazar.
El pedido se produjo luego de que la bancada republicana bloqueara una resolución que pedía que el vicepresidente Mike Pence destituyera a Trump, lo que es posible si invoca la 25 enmienda de la Constitución, que le da esa autoridad, informó la CNN.
"Los republicanos de la Cámara rechazaron esta legislación (que es) para proteger a Estados Unidos, permitiendo que continúen los trastornados, perturbados e inestables actos de sedición del presidente. Su complicidad pone en peligro a Estados Unidos, erosiona nuestra democracia y debe terminar", aseguró Pelosi en un comunicado.
La acusación hace referencia a las repetidas denuncias falsas de Trump de fraude en las elecciones del año pasado y al discurso que dio a sus partidarios el 6 de enero incitándolos a marchar al Congreso.
"En todo esto, el presidente Trump puso en grave peligro la seguridad de Estados Unidos y sus instituciones de Gobierno", denunciaron los demócratas.
Con apenas nueve días para llegar prístina a la ceremonia de asunción de Joe Biden y Kamala Harris, Washington DC se prepara para prevenir y desarticular posibles episodios como el ocurrido durante la sesión especial en la que se certificó la victoria electoral de la fórmula demócrata. Además, el FBI alertó en su boletín que se están preparando protestas pro Trump en los 50 estados y la capital entre el domingo próximo y el miércoles 20 de enero informó el sitio ABC News.
Se espera que la gran mayoría del público siga la ceremonia a través de las redes sociales o la televisión. Por si acaso, la Guardia Nacional ya anunció el despliegue de 15.000 efectivos para evitar un posible acto de terrorismo como el que ocurrió en el Capitolio.
Hizo falta un espectáculo a nivel mundial dentro y fuera del Capitolio, con cuatro muertos y cero arrestos, para que el presidente Donald Trump reconociera la derrota electoral tras los comicios del 3 de noviembre pasado.
En 2020 Trump logró librarse del juicio político que le había iniciado la bancada demócrata en 2019 gracias a que el Partido Republicano tenía mayoría en el Senado. Pero ese número se esfumó en las últimas elecciones.