El presidente estadounidense Donald Trump se anotó este sábado una crucial victoria política con la votación del Senado a favor de la confirmación de su candidato a la Corte Suprema, el conservador Brett Kavanaugh, a pesar de que el juez enfrenta una feroz controversia por haber sido acusado de un intento de violación cuando era un adolescente.
A exactamente un mes de las elecciones legislativas del 6 de noviembre, 50 senadores votaron a favor y 48 en contra de la confirmación de Kavanaugh en remplazo del moderado Anthony Kennedy, por lo que el Tribunal Supremo pasará ahora a tener una mayoría conservadora.
Los republicanos votaron en bloque en favor del magistrado y los demócratas lo rechazaron, con una excepción en cada campo. Un republicano estuvo ausente por la boda de su hija y otra oficialista se abstuvo.
Con esta votación, que se concretó en medio de protestas y gritos dentro y fuera del recinto, se cierran varias semanas de una dramática lucha política que agigantó la división de la sociedad y que puede tener impacto en las elecciones que vienen.
Pero los republicanos estaban decididos a no dejar de pasar la oportunidad de votar a un conservador porque el cargo vitalicio de Kavanaugh, de 53 años, les garantizará una visión de derecha para casos fundamentales que decide ese tribunal, como por ejemplo la constitucionalidad del aborto, la pena de muerte, la injerencia del Estado en las libertades individuales o el derecho a portar armas, entre otros temas de alta sensibilidad en este país.
La Corte tiene ahora –y probablemente se mantenga ese equilibrio por una generación—cinco miembros conservadores y cuatro progresistas. Tener un máximo tribunal de derecha era una de las grandes ambiciones del electorado de la América Profunda y buena parte votó a Trump con ese objetivo, considerado por ellos como un “valor superior” a cualquier polémica que rodee al jefe de la Casa Blanca o a Kavanaugh.
Con la confirmación del candidato que defendió a capa y espada, el presidente saborea ahora un enorme triunfo político que lo deja bien parado ante sus bases, pero que a la vez encendió la furia del electorado progresista.
Como signo de la fuerte división que trajo este caso, mientras los senadores votaban, afuera del Capitolio manifestaban cientos de mujeres en contra de Kavanaugh, aunque había algunas también a favor. Decenas resultaron detenidas. Hubo algunas manifestantes que se instalaron en las gradas del recinto y gritaron a los legisladores cuando emitían su voto a favor del juez.
En un testimonio de hace dos semanas en el Senado, la profesora de psicología Christine Blasey Ford denunció que en los años 80, cuando tenía 15 años, Kavanaugh (17) estaba borracho en una fiesta y la encerró en una habitación, la arrojó sobre una cama e intentó violarla mientras un compañero miraba.
Su declaración ante los senadores fue conmovedora, aunque ella no pudo precisar exactamente la fecha ni la casa donde había sucedido el hecho, algo que los expertos coinciden en que es habitual tras una situación traumática de ese tipo. Kavanaugh negó todo y aludió a una conspiración demócrata para frenar su confirmación.
Antes de la denuncia de Ford, la marcha de confirmación de Kavanaugh parecía transcurrir sin inconvenientes. Pero tras el impacto del testimonio de la profesora, los senadores pidieron una investigación del FBI para poder tomar una decisión porque también surgieron otras denuncias sobre su comportamiento cuando fue alumno en la Universidad de Yale.
La agencia interrogó a varios de los testigos --algunos de ellos ya habían adelantado por los medios que no se acordaban de nada— y el resultado volvió el jueves a los senadores, que dijeron que el FBI no había corroborado las denuncias de Ford. Finalmente, el ciclo se cerró este sábado, con la ajustada victoria republicana.
Sin dudas el caso Kavanaugh inyectó volatilidad en las elecciones legislativas y podría tener impacto sobre todo en el electorado femenino. Los republicanos ya tienen problemas con el voto de las mujeres, que se inclinan generalmente por los candidatos demócratas. Además, la presidencia de Trump –sumada al movimiento #MeToo—ha disparado la candidatura récord de damas: 11 al cargo de gobernadora y 182 a diputadas.
Según Gallup, solo el 35 por ciento de las mujeres apoya la gestión del presidente, mientras que la cifra sube al 49 por ciento entre los hombres. La mitad de las encuestadas cree que las políticas que implementó Trump han perjudicado principalmente al sexo femenino. El caso Kavanaugh podría desatar una fuerte presencia en las urnas para neutralizar un grave desequilibrio: las mujeres son el 52 por ciento de la sociedad y solo el 20 por ciento de los 535 congresistas.
Según las últimas encuestas, el caso podría inclinar la cámara de representantes –que hoy está en manos republicanas y se renueva en su totalidad-- más aún hacia los demócratas gracias a la fuerza que podrían aportar las mujeres suburbanas, que se han movilizado contra Trump. Dicen que el tema podría sumarles hasta 12 escaños extras.
Sin embargo, el caso Kavanaugh podría tener el impacto opuesto en el Senado (se renueva solo un tercio) y darles a los republicanos mayores chances de que continúen controlando la Cámara alta. Es porque la mayoría de las campañas son en estados tradicionalmente conservadores por lo que allí buena parte festejó la confirmación del juez.
Clarín