Una estudiante de Biología de la Universidad de Cambridge murió el 25 de julio tras saltar de una avioneta en marcha en Madagascar, país al que había viajado para realizar una investigación.[{adj:53168 alignright}]
Según informó hoy la policía, Alana Cutland, de 19 años, abrió la puerta de la aeronave y saltó desde una altura de casi 5.000 pies (1.524 metros), cerca de 10 minutos después de despegar. Su amiga, Ruth Johnson, y el piloto, la sujetaron por las piernas durante más de cinco minutos, hasta que les fallaron las fuerzas y no pudieron retenerla por más tiempo, revelaron las autoridades.
"La aeronave Cessna C168 despegó de Anjajavi con tres personas a bordo, incluida la señora Johnson, Alana y el piloto. Después de 10 minutos de vuelo, Alanda se desabrochó el cinturón y abrió la puerta derecha del avión para intentar salir", explicó el jefe de policía Sinola Nomenjahary.
"La señora Johnson luchó durante cinco minutos para tratar de sostenerla, pero cuando se sintió exhausta y le fallaron las fuerzas, la soltó. Alana cayó intencionadamente desde una altura de 1.130 metros sobre el nivel del mar", añadió el agente.
La estudiante de segundo año de Ciencias Biológicas había viajado a la isla de África Oriental para estudiar a un tipo extraño de cangrejos. Aunque en un principio había planeado quedarse durante seis semanas, acortó el viaje después de aparentemente discutir con sus padres, Alison y Neil Cutland, ambos de 63 años.
"Los testigos aseguraron que Alana tenía dificultades para manejar su vida privada y su investigación. Ella mantenía el contacto con sus padres regularmente por correo electrónico, de quienes recibía apoyo moral. No supo manejar su estrés adecuadamente", informó Sinola Nomenjahary.
Según reveló el periódico local de la isla, Midi-Madagasikara, la estudiante británica iba a interrumpir su viaje y a regresar a Reino Unido por decisión de sus padres, con los que habría discutido en varias ocasiones antes de partir a la isla.
Ellos creían que la inestabilidad emocional de Alana era "una emergencia", así que organizaron su viaje de regreso, y rentaron una pequeña nave para que trasladara a su hija desde el norte de la isla hasta el Aeropuerto Internacional Madagascar's Ivato Antananarivo, donde la joven subiría a un vuelo que la llevaría a París y después a Londres.
Según la información más reciente, tras los ataques de pánico y paranoia de la estudiante británica, Alison y Neil Cutland convencieron a Ruth Johnson, de unos 51 años, para que acompañara a Alana durante el viaje, pero a los 10 minutos de despegar, la estudiante decidió poner fin a su vida.
Temen no encontrar el cuerpo
Aunque las autoridades trabajan en la zona para encontrar el cuerpo de Alana, temen no localizarlo, ya que según informaron, cayó en un área poblada por felinos y mamíferos carnívoros. En un comunicado, su familia pidió privacidad.
"Nuestra hija Alana era brillante, una mujer joven e independiente, a la que querían y admiraban todos los que la conocían. Siempre era amable y solidaria con su familia y amigos, lo que le permitió tener una conexión muy especial con una amplia red de personas de todos los ámbitos de su vida, que sabemos que la extrañarán mucho".
"Alana aprovechó todas las oportunidades que le ofrecían con entusiasmo y sentido de aventura, siempre buscando ampliar su conocimiento y experiencia de la mejor manera posible. Estaba muy emocionada por embarcarse en esta nueva etapa de su educación, en una pasantía en Madagascar con la que complementaba sus estudios en Ciencias Naturales".
"También era una bailarina talentosa y abrazó su lado más creativo con alegría y compromiso. Estaba sedienta por descubrir más del mundo, asegurándose de que aprovechaba cada segundo de su vida llena de acción. Estamos desconsolados por la pérdida de nuestra maravillosa y hermosa hija, que iluminaba todas las habitaciones en las que entraba, y hacía sonreír a la gente sólo con su presencia".
Alana Cutland organizó su beca de manera independiente para nutrir su formación académica, y no se trataba de ningún tipo de convenio estipulado por la Universidad de Cambridge. David Woodman, profesor del Robinson College, [que forma parte de la reconocida institución académica], lamentó lo ocurrido y expresó sus condolencias a los familiares de la estudiante.
"Robinson College está en shock profundo por las noticias de la muerte de Alana. En sus dos años aquí, ella hizo una gran contribución en muchos aspectos de la vida académica. Sin duda, todos nosotros la echaremos muchísimo de menos. Extendemos nuestras más sinceras condolencias a su familia en estos momentos extremadamente difíciles", escribió el profesor.