El pleno del Parlamento Europeo aprobó hoy su posición para negociar con los Estados miembros, a través del Consejo de la UE, la primera legislación para reducir las emisiones de metano en 2030, y que a partir de 2026 se fijen las obligaciones para el petróleo, gas fósil, biometano y carbón.
"La votación de hoy es un compromiso para una mejor protección del clima y más soberanía energética en Europa. Sin medidas ambiciosas para reducir las emisiones de metano, Europa no cumplirá sus objetivos climáticos y se seguirá desperdiciando una energía preciosa", declaró en un comunicado la ponente del texto, la ecologista alemana Jutta Paulus.
La Eurocámara -que adoptó su posición negociadora por 499 votos a favor, 73 votos en contra y 55 abstenciones- quiere que la Comisión Europea establezca objetivos vinculantes para limitar las emisiones de ese potente gas de efecto invernadero, responsable de alrededor de un tercio del calentamiento global, y que las nuevas reglas se apliquen también en el sector petroquímico.
Los operadores, según la posición que defiende el hemiciclo comunitario, estarán obligados a presentar un programa de detección y reparación de fugas de metano a las autoridades nacionales competentes seis meses después de la fecha de entrada en vigor del reglamento.
Proponen además que se realicen investigaciones de reparación y detección de fugas con más frecuencia que en la propuesta de partida de la Comisión Europea y que tengan que arreglar o sustituir los componentes dañados a lo sumo en un plazo de cinco días.
La Eurocámara también defiende que la futura normativa se aplique a las importaciones, que representan en torno al 80 por ciento del gas y petróleo que se consume en la UE, pero no a las compras en países que tengan una reglamentación doméstica similares sobre el metano.
Los eurodiputados reclaman también que los países de la UE tengan objetivos nacionales vinculantes como parte de sus planes nacionales integrados de energía y clima, así como elaborar planes de reducción para minas de carbón abandonados y pozos inactivos de gas y petróleo.
Fuente: Agencia SWI