Indonesia aumentó el jueves el nivel de alerta para el volcán que causó un tsunami en el estrecho de la Sonda, y cuya actividad podría engendrar una nueva ola mortal. Las autoridades también extendieron a cinco kilómetros el radio de la zona prohibida en torno al Anak Krakatoa, "hijo" del legendario volcán Krakatoa, e instaron a los habitantes a mantenerse alejados de las costas. El sábado por la noche, un tsunami arrasó las costas del estrecho, entre las islas de Sumatra y Java, dejando más de 430 muertos, 1.495 heridos y 159 desaparecidos.
El jueves, el Anak seguía expulsando nubes de cenizas, por lo que el riesgo era mayor para los barcos que navegaran en las inmediaciones. Las autoridades llevaron el nivel de alerta del volcán a "elevado", es decir, el segundo nivel más importante, mientras la aviación civil pidió a todos los aviones que eviten la zona. "Hemos incrementado el nivel de alerta a causa de un cambio en las características de la erupción", declaró un responsable del Observatorio del Krakatoa, Kus Hendratno.
Los islotes, incluso los más remotos, del Estrecho de Sonda fueron evacuados en las últimas horas, pero la mayor parte de la población, aterrorizada, se concentra entre la costa sur de Sumatra y el norte de Java, separados por el mar turbulento. Entre tanto, los socorristas -militares y voluntarios- continúan buscando sobrevivientes, en carrera contra el tiempo y el clima, incluso con la ayuda de drones de reconocimiento y perros.
Parte de los más de 16 mil desplazados (casi 900 las casas destruidas) duermen en tiendas de campaña, pero la Unicef denunció que "muchas personas duermen aún en la calle, otros van casas de amigos o parientes de las localidades vecinas". "Estamos extremadamente preocupados por la situación de los niños que necesitan todo, desde la asistencia psicológica a las atenciones médicas. Muchos de ellos fueron separados de sus padres", escribió la agencia de la ONU para la infancia.
El tsunami del sábado pasado dejó 430 muertos, 1.495 heridos y 159 desaparecidos. Unas 22.000 personas tuvieron que abandonar sus hogares y ahora están viviendo en refugios de emergencia.
Indonesia, una de las zonas más proclives a sufrir catástrofes de la Tierra, se encuentra en el llamado Cinturón de Fuego del Pacífico, donde coinciden placas tectónicas y se producen una gran parte de las erupciones volcánicas y sismos del planeta. Anak Krakatoa es una pequeña isla volcánica que surgió en el océano medio siglo después de la mortífera erupción del volcán Krakatoa de 1883, que dejó más de 36.000 muertos, y hoy es uno de los 127 volcanes activos de Indonesia.
El servicio Meteorológico y Geosísmico de Yakarta explicó que está monitoreando la actividad del "hijo del Krakatoa", midiendo sus temblores, temiendo que la violencia del escape del gas pueda derribar el cono volcánico en el mar, sometido a una presión increíble desde el interior, moviendo una masa de agua más alta que la del pasado 22 de diciembre, que fue animada por un hundimiento relativamente limitado.
El 26 de diciembre de 2004, un tsunami desencadenado por un sismo submarino de magnitud 9,3 frente a las costas de Sumatra, en Indonesia, causó la muerte de 220.000 personas de varios países del océano Índico, 168.000 de ellas en Indonesia.