El Reino Unido ha dado este sábado un nuevo paso hacia el restablecimiento de la actividad económica al permitir que pubs, restaurantes, hoteles y otros negocios en Inglaterra levanten la persiana después de más de tres meses cerrados como medida para frenar la propagación del coronavirus.[{adj:85354 alignright}]
El sector de la hostelería espera que en torno al 60 por ciento de los locales retome la actividad este fin de semana y que unos 960.000 empleados regresen a sus puestos a lo largo de este mes, mientras que cerca de 1,6 millones pueden haberlo hecho al término de septiembre, según las estimaciones de la patronal UKHospitality.
Con todo, la reordenación del sector tras el confinamiento y las medidas de distancia social que siguen vigentes en el Reino Unido pueden suponer un recorte de unos 320.000 puestos de trabajo respecto a la situación previa a la pandemia.
Ante el regreso de los ingleses a los bares y restaurantes, en una jornada que los tabloides han bautizado como “supersábado”, el ministro de Economía, Rushi Sunak, ha hecho una llamada a aumentar el consumo para impulsar las finanzas nacionales, mientras que el de Salud, Matt Hancock, ha urgido a mantener la responsabilidad.
“No soy un aguafiestas, pero el virus todavía puede matar”, ha alertado Hancock a los lectores del “Daily Mail” en una entrevista.
Escocia, Gales e Irlanda del Norte, con competencias para diseñar su propia desescalada, se han desmarcado de la hoja de ruta del primer ministro británico, Boris Johnson, y levantarán las restricciones a un ritmo más lento.
Para impulsar la rentabilidad de los negocios que reabren este fin de semana, el Gobierno decidió a finales de junio reducir la exigencia de mantener dos metros de distancia entre personas en lugares cerrados hasta tan solo un metro, lo que permite aumentar el aforo en numerosos recintos.
El Ejecutivo recomienda al mismo tiempo a los ciudadanos tomar medidas de seguridad como mascarillas en el transporte público, lavarse las menos con regularidad y permanecer en el exterior en la medida de lo posible.
Las perspectivas empresariales se han animado asimismo con el anuncio esta semana de que los viajeros que lleguen al Reino Unido desde 59 países, incluidos España, Italia, Grecia y Francia, estarán exentos de cumplir 14 días de cuarentena a su llegada a aeropuertos o puertos ingleses a partir del 10 de julio.
Esa medida facilitará la llegada de turistas durante la temporada de verano y favorecerá asimismo los viajes de los británicos al extranjero, ya que no deberán aislarse durante dos semanas a su regreso si vuelven desde uno de los países con los que se han abierto corredores aéreos.
Impulso al consumo
El ministro de Economía ha subrayado la necesidad de que los británicos incrementen su nivel de consumo para evitar que la caída de la actividad que ha supuesto el confinamiento se cronifique y golpee principalmente a la generación más joven.
El ahorro entre los británicos se ha multiplicado por cinco en mayo respecto a la media mensual antes de la pandemia, por lo que Sunak ha animado a los ciudadanos “aprender de nuevo lo que es salir” y gastar.
“Nuestra economía está impulsada por el consumo. Hace tres meses, la gente salía con amigos o familia y comía fuera. O compraban un coche, o mejoraban la casa”, ha afirmado el ministro, que urgió a los ciudadanos a “comer fuera de casa y ayudar”.
El propio Sunak ha asegurado en una entrevista con el diario The Times que este sábado ha programado una cena con su esposa, Akshata, en un restaurante de tapas donde le gusta “el chorizo, las patatas bravas, el (queso) manchego con miel y almendras, y los pimientos de padrón”.
Llamada a la responsabilidad
El ministro de Salud ha pedido a los ciudadanos a que beban con moderación y continúen respetando las medidas de seguridad contra el virus.
“Me encanta ir al pub y disfrutar con una o dos pintas”, aseguró Hancock, que advirtió a los ingleses de las posibles consecuencias de beber en exceso: “Puedes acabar entre rejas si te saltas la ley”, recalcó.
El Gobierno ha establecido una serie de medidas de precaución para minimizar la posibilidad de contagios en los locales de hostelería.
La música deberá mantenerse a un volumen bajo para evitar que los clientes griten, lo que puede aumentar la exhalación de patógenos, mientras que cada grupo de personas que entre a un local deberá dejar el nombre y el número de teléfono de uno de sus miembros para poder se contactado si se detectara un brote de coronavirus.
Fuente: La Vanguardia.