El hijo de un capo de la mafia siciliana, que decidió colaborar con las autoridades, estuvo más de dos años secuestrado y fue asesinado con la mayor crueldad. Por eso, la Justicia falló, más de dos décadas después del crimen, y decidió que la madre reciba una indemnización millonaria.
Cuando en junio de 1993 el capomafia Santino Di Matteo fue apresado, acusado del crimen de diez personas, decidió alivianar su situación procesal y colaborar con las autoridades, el peor pecado que se puede cometer, según los códigos delictivos. Nunca pensó que el que iba a pagar las consecuencias era su propio hijo. Cinco meses después, sus ex compañeros decidieron secuestrar a Giuseppe, quien tenía diez años. El primer mensaje que le enviaron a su padre no dejaba dudas: "Tapate la boca. Si no le decís nada a la Justicia te lo devolvemos, caso contrario...".
La amenaza fue suficiente como para que Di Matteo decidiera callar todo lo que sabía y para emprender la búsqueda de su pequeño hijo pero, al no tener ningún resultado, reveló cómo planificó y ejecutó el atentado que mató al juez Giovanni Falcone, por decisión de Totó Riina, el ex capo máximo de la mafia siciliana, quien murió en noviembre del año pasado en la cárcel. Se trata del sujeto que ordenó unos 1.200 crímenes.
Una venganza bestial
Por eso, Riina, al verse involucrado, decidió tomar revancha y ordenar el secuestro. Ya en 1996, después de dos años de estar secuestrado, al pequeño Giuseppe, quien quería ser jinete profesional, lo torturaron y lo estrangularon hasta matarlo, en dos habitaciones secretas ubicadas a 50 metros bajo tierra. Al cuerpo lo disolvieron en ácido por orden de otro capo de la mafia, Giovanni Brusca.
Este despreciable sujeto fue el que reveló más detalles de esta aberrante historia: "Era la tarde del 23 de noviembre de 1993. Tras haber recibido la orden de Riina, mandé a un grupo que secuestró al nene... El 11 de enero de 1996 me enteré por la televisión que me habían condenado a perpetua por un crimen. Me había delatado el papá de Giuseppe. Ordené que mataran al nene. Ya estaba en pésimas condiciones. Lo teníamos encadenado desde hacía más de un año. De estrangularlo se encargaron Enzo Chiodo y mi hermano Enzo. Lo disolvieron en el ácido".
Finalmente, según trascendió este domingo, la investigación llevó al Tribunal Civil de Palermo a indemnizar a la familia del pequeño con 2,2 millones de euros, monto que recibirán la mamá de Giuseppe, Francesca Castellese, y la hermana del chico, Nicola.