Cuatro voluntarios iniciaron el pasado domingo una evaluación especial de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (Nasa). Pasarán un año encerrados en un hábitat terrestre que simula a Marte: un recinto impreso en 3D de 158 metros cuadrados, ubicado en el Centro Espacial Johnson.
Los cuatro participantes voluntarios, un equipo integrado por dos científicas, un ingeniero y un médico, se introdujeron el domingo último en el lugar que estarán encerrados los próximos 378 días.
La misión es la primera de las tres simulaciones planificadas de la superficie de Marte, llamadas Chapea (Crew Health and Performance Exploration Analog, en inglés).
Aunque sin la falta de gravedad, los investigadores simularán los desafíos de una misión humana a Marte, incluidas las limitaciones de recursos, las fallas de los equipos, los retrasos en las comunicaciones y otros factores ambientales estresantes.
Según precisó EFE, el hábitat cuenta con una zona para vivir con cuatro pequeños dormitorios, una sala de estar, una zona para cultivar alimentos y una enfermería. Además, hay una zona exterior que simula la superficie de Marte.
"La simulación nos permitirá recopilar datos de rendimiento físico y cognitivo para darnos más información sobre los impactos potenciales de las misiones de larga duración a Marte en la salud y el rendimiento de la tripulación", apuntó en un comunicado distribuido por la Nasa Grace Douglas, investigadora principal de Chapea.
Conforme a lo que dijeron, la información recaudada ayudará a la Nasa a tomar decisiones para diseñar y planificar una futura misión humana a Marte.
Los participantes fueron seleccionados a través de una convocatoria. Entre ellos están Kelly Haston, científica investigadora con experiencia en la construcción de modelos de enfermedades humanas, y Ross Brockwell, ingeniero estructural y administrador de obras públicas.