Sacrificios voluntarios, para que otros tengan gas en este invierno de crisis: no todos los países apoyan los planes de emergencia de la UE, pero sí la mayoría. Desde Bruselas, informa Bernd Riegert.
La Unión Europea se ha propuesto reducir su consumo de gas en un 15 por ciento, a partir de la próxima semana. Así lo decidieron los ministros de Energía en una reunión en Bruselas. El gas que no se use habrá de almacenarse en los depósitos subterráneos de los países de la UE, para tener reservas suficientes para el invierno.
Por lo pronto, la medida será aplicada voluntariamente. Solo si la meta de ahorro no se cumple, habría de proclamarse una situación de emergencia. Para ello se requeriría una decisión mayoritaria de los 27 miembros. Y, en tal caso, los ahorros podrían dictarse con carácter obligatorio.
La Comisión Europea cuenta con un escenario en el que no se reciba gas en absoluto desde Rusia, aunque, en la práctica, todavía algo fluye a través del gasoducto Nord Stream 1. Con una reducción del consumo de gas de un 15 por ciento en toda la UE, más abastecedores alternativos, importaciones de gas licuado y el uso de otros combustibles para la generación de electricidad, se debería lograr prescindir de los suministros rusos. Por lo menos eso es lo que prevé el plan de emergencia de la Comisión Europea, que los países miembros aprobaron por mayoría.
No todos muestran solidaridad
Hungría y Polonia, en cambio, votaron en contra de dicho plan. Hungría, que selló un acuerdo exclusivo en materia de gas con el Kremlin, no quiere exportar energía en lo absoluto a través de sus fronteras hacia países vecinos. Por su parte, la ministra polaca de Energía, Anna Moskwa, se opuso a que la UE quisiera imponerle algo a su país o a otros. “Creo que la seguridad energética es responsabilidad de los gobiernos nacionales. Cuando hablamos de solidaridad, nos referimos a la libertad de decidir por uno mismo”, indicó. Afirmó, asimismo, que Polonia se había independizado a tiempo de la energía rusa. Pero Olvidó mencionar que también los depósitos polacos han sido llenados en parte con gas ruso, a través de un desvío por Alemania.
Otros países, como Portugal, España, Malta Chipre e Irlanda, negociaron para introducir excepciones en el plan de emergencia. No se les aplicará el objetivo de ahorro del 15 por ciento, dado que, o bien no están conectados con la red de gas europea, o no han recibido gas ruso. También hay excepciones adicionales en el consumo de gas de la industria alimentaria. Y Francia exigió que se pudiera seguir usando gas natural para generar electricidad, si de otro modo se viera en peligro el abastecimiento eléctrico.
Alemania, en el foco
Crece además la presión sobre Alemania para que prolongue la operación de sus últimas tres plantas nucleares y no las desconecte en medio del invierno. También de ese modo se puede aliviar el problema del gas, argumentan diplomáticos franceses.
Pese a las numerosas excepciones, el ministro alemán de Economía y Energía, Robert Habeck, alabó el acuerdo adoptado por la UE tras solo una semana de debate. "Seguramente, este no será el único paquete de medidas referido al gas”, indicó Habeck en Bruselas. “La preocupación que uno puede tener es que haya tantas excepciones y se calcule prolongadamente hasta que la crisis haya pasado. Eso, naturalmente, sería terrible”, dijo. Otro problema será cómo calcular y controlar cuánto se ha ahorrado. La meta principal es ahora llenar los depósitos de gas. En Alemania hay 23. Dieciocho de ellos están ya bastante llenos, según el ministro.
Alemania es un país clave de tránsito de gas natural en Europa. Pero si hay estrecheces de abastecimiento, no está regulado por ley quién debe suministrar gas a quién, teniendo que dejar eventualmente desprovisto de ese combustible a consumidores propios. El mercado europeo de gas no cuenta con un control central ni con reglas de cuotas.