Miles de personas han salido este sábado a una de las principales avenidas de Moscú para participar en una protesta opositora. El multitudinario evento fue oficialmente autorizado por las autoridades municipales, a diferencia de las dos protestas anteriores, que se celebraron en las últimas semanas en la capital rusa y resultaron en enfrentamientos y arrestos.
El ministerio del Interior de Rusia estimó que más de 20.000 personas asistieron a la manifestación de este sábado, mientras que la ONG White Counter ("El calculador blanco"), estimó el número en 49.900.
Durante la protesta fue interrumpido el tráfico en la avenida Sájarov. También se estableció un perímetro de seguridad con detectores de metales para garantizar la seguridad, mientras que la Policía antidisturbios se posicionó cerca.
Declaraciones de la oposición
El evento, al igual que los dos mítines previos, ha sido organizado por la oposición con el objetivo de exigir el registro en las próximas elecciones municipales para la Duma de la ciudad de Moscú —que tendrán lugar en septiembre— de una docena de candidatos independientes que fueron descalificados por la Comisión Electoral Central por haber superado el umbral de firmas inválidas que habían presentado como prueba de apoyo público.
Los candidatos, por su parte, aseveraron que el proceso de evaluación de las firmas fue defectuoso e instaron al público a unirse a las protestas para que las autoridades reconsideren su decisión.
Una de los candidatos rechazados, Liubov Sóbol, tuiteó que había sido detenida por la Policía antes de poder unirse a la manifestación. El ministerio del Interior explicó que "algunos organizadores" de la marcha habían informado que Sóbol y otros manifestantes estaban preparando provocaciones.
Las protestas anteriores
El 3 de agosto se celebró una manifestación no autorizada en el Anillo de los Bulevares del centro de Moscú, una semana después de otra protesta similar. Según información del Ministerio del Interior, unas 1.500 personas participaron en las protestas y 600 manifestantes fueron detenidos "por diferentes infracciones".
La protesta del pasado 27 de julio —en la cual participaron unas 3.500 personas, según la Policía— terminó en enfrentamientos con los uniformados. En el transcurso de la protesta, los manifestantes desafiaron las órdenes de la Policía de dispersarse y trataron de romper un cordón policial en varias ocasiones. Se registraron varios choques entre los uniformados y los manifestantes. De acuerdo con el ministerio del Interior ruso, 1.074 manifestantes fueron detenidos.
Según las leyes rusas, los organizadores de reuniones masivas tienen que acordar su lugar y la participación máxima con las autoridades. Las protestas fuera del lugar acordado son consideradas ilegales.