El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, ha inaugurado el primer tramo del Tren Maya en medio de las críticas por los efectos que pueda tener para el medio ambiente este macroproyecto, que cuenta con más de 1.500 kilómetros de vías férreas y unirá los estados de Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo.
"Es una obra magna. No exageramos si decimos que no hay una obra así en la actualidad en el mundo y se logró también en tiempo récord", ha dicho este viernes en una rueda de prensa desde el estado de Campeche, agregando que el Tren Maya ha permitido contratar a más de 10.000 trabajadores.
López Obrador ha explicado que en el transcurso de la construcción del Tren Maya ha habido "problemas menores" asociados a la "politiquería". "Pero no por la gente, sino por abogados pseudodefensores del medio ambiente que quieren pararnos", ha sentenciado.
En este primer tramo se estrenan seis estaciones: Palenque, Boca del Cerro, Tenosique, El Triunfo, Candelaria y Escárcega. A partir del 31 de diciembre se inaugurará un segundo tramo, mientras que en febrero se prevé que estén abiertas todas las paradas.
El Gobierno mexicano calificó el Tren Maya de proyecto de seguridad nacional. Las obras fueron encargadas a ingenieros militares (Secretaría de la Defensa Nacional, Sedena) y a la empresa mexicana ICA y a la portuguesa Mota Engil.
Expertos de Naciones Unidas expresaron su preocupación en diciembre de 2022 por las amenazas y los ataques de aquellos que han criticado el macroproyecto. Asimismo, advirtieron que el cambio de estatus a categoría de seguridad nacional permitía al Gobierno derogar ciertas salvaguardas.
Greenpeace también denunció las obras por no contar con la Manifestación de Impacto Ambiental Regional, que sería necesaria, tal como lo indica la ley, para poder llevar a cabo cualquier obra o proyecto de infraestructura.
Fuente: La Nación (Argentina) - Agencia EP