La escritora e historiadora Beatriz Gutiérrez Müller, esposa de Andrés Manuel López Obrador, ha emprendido “una misión” que el presidente de México ha calificado de “casi imposible”: traer al país el penacho de Moctezuma. El tocado es un conjunto de plumas de quetzal, oro, plata y cobre que fue regalado por el emperador azteca al conquistador Hernán Cortés cuando el extremeño llegó a América en el siglo XVI. México ha reclamado la pieza en diferentes ocasiones, en 1991 y 2011, pero el penacho permanece en el Museo de Etnología de Viena. Gutiérrez se reunió el lunes con el presidente austriaco, Alexander Van der Bellen, como parte de una visita europea en la que también se ha entrevistado con el papa Francisco, el presidente de Italia, Sergio Mattarella, y la esposa del presidente Francés, Brigitte Macron, para solicitarles el préstamo temporal de piezas arqueológicas para conmemorar los aniversarios patrióticos que se celebrarán en 2021.
“Le recomendé [a Beatriz Gutiérrez]que insistiera en el penacho de Moctezuma, aunque se trata de una misión casi imposible, dado que se lo han apropiado por completo, al extremo de que ni a Maximiliano de Habsburgo se lo prestaron cuando nos invadieron e impusieron al llamado Segundo Imperio Mexicano”, ha escrito López Obrador en Twitter tras el encuentro de la historiadora con Van der Bellen. El objetivo es exponer las piezas recuperadas, entre ellas el tocado de Moctezuma, durante los aniversarios de la independencia de México (1821), del quinto centenario de la caída de Tenochtitlán [el precedente prehispánico de Ciudad de México](1521) y la fundación de las primeras villas en esa ciudad en 1931, que coincidirán el próximo año.
El presidente ha insistido este lunes, 12 de octubre, en que España pida perdón por la conquista del continente y ha calificado de “muy polémica” la fecha en que se conmemora la llegada europea a América. Días atrás, envió una carta al Papa en la que también solicitaba a Francisco disculparse por los abusos de la conquista.
El tesoro azteca ya fue solicitado por México en 1991 cuando el Gobierno exigió al país europeo la devolución de la pieza y no obtuvo una respuesta. En 2011, las autoridades mexicanas ofrecieron un intercambio temporal del penacho a cambio de la carroza dorada del emperador Maximiliano de Habsburgo que se exhibe en el Museo Nacional de Historia, en la capital. Pero aunque Austria aceptara el préstamo del tocado ahora, el traslado no sería sencillo. El penacho fue restaurado entre 2010 y 2012 por expertos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (Inah) en el marco de un proyecto de cooperación entre México y Austria. Especialistas de ambos países coincidieron entonces en que su “frágil estado” no permitía el traslado por agua, tierra o aire hasta que exista una tecnología “que pueda impedir cualquier vibración”.
El reclamo del tocado obsequiado en 1519 por Moctezuma, que desconocía la inminente intención de los conquistadores de tomar su imperio, se da ahora en el marco de otras exigencias que el Gobierno de López Obrador impone también a España y a la Iglesia Católica. Durante su gira por Europa, Gutiérrez Müller también ha solicitado dos códices que actualmente están en Italia: el Codex Fiorentino, escrito entre 1540 y 1585 por fray Bernardino de Sahagún en náhuatl, latín y castellano, y el Codex Cospi o Bologna, un texto que revela los avances en matemáticas y astronomía de los nahuas anterior a la invasión española y que se encuentra en la Universidad de Bolonia. La historiadora y escritora también ha reclamado una serie de piezas arqueológicas a Francia y próximamente visitará Alemania, de acuerdo con fuentes de Presidencia, para continuar con la tarea de traer al país, al menos temporalmente, tesoros prehispánicos repartidos por el mundo.
Fuente: El País.