La excentricidad se materializa en un prototipo presentado por un grupo de investigadores, que avanza por su cuenta hasta una plataforma de carga inalámbrica.
El negocio móvil exhibe, cada tanto, alguna excentricidad. Esta semana somos testigos de un nuevo caso: un teléfono capaz de “caminar” por su cuenta hasta el cargador, eximiendo al usuario de estar atento al nivel de la batería.
La idea es cortesía de un grupo de investigadores de la Universidad Nacional de Seúl, la más prestigiosa en Corea del Sur. En concreto, se trata de una funda para smartphones que incluye pequeñas patas robóticas que permiten al dispositivo trasladarse, sin ayuda del usuario, hasta una plataforma de carga inalámbrica.
Aunque a priori nos parece un plan futurista, el ingenio presenta ciertas limitaciones. Tal como podés ver en el siguiente video, es necesario colocar el celular en la misma superficie (por ejemplo una mesa) en la que se encuentra la base de recarga. Es decir, no se prevé que el usuario deje su teléfono descargado en el living para que éste camine solo hasta una de las habitaciones en busca de energía. Al menos por ahora.
Cabe notar que CaseCrawler, tal como bautizaron a esta funda que camina, por el momento es un prototipo. Una de las principales desventajas del mecanismo es que el accesorio agrega grosor al dispositivo original, cerca de 16 milímetros en el sector que alberga el motor eléctrico que propicia los movimientos. Si alguna vez se produce esta idea a nivel comercial es posible que la carcasa sea más pequeña.
Más allá de sus puntos en contra, el invento presenta algunas características en verdad interesantes. Por ejemplo, la funda soporta hasta 300 gramos (más que la mayoría de los smartphones), lo cual es 13 veces su propio peso. Además, cada una de las patas retráctiles cuenta con una especie de rodilla que se dobla y ejerce presión contra la superficie para impulsar el celular hacia adelante.
Tal como nota Gizmodo, CaseCrawler avanza en una dirección buscando la plataforma inalámbrica en la que la batería recuperará vigor. En el futuro, los propios teléfonos podrían proporcionar los sensores e inteligencia para que el dispositivo avance sin riesgos, por caso, se caerse del escritorio. Además, esta innovación abre el espectro para nuevas ideas (un poco alocadas, es cierto). Siguiendo a la fuente mencionada, ¿imaginás la posibilidad de que, al perder tu teléfono, puedas llamarlo y que él acuda a vos como si fuera un cachorrito?
Otras “ideas móviles” excéntricas de 2020
Tal como señalamos, las rarezas son más o menos frecuentes en el negocio móvil, especialmente en el terreno de la experimentación. La funda que camina sola tiene algunos compañeros excéntricos, como una idea que recientemente patentó la marca china Xiaomi. ¿De qué se trata? Un smartphone con una pantalla que se desacopla del cuerpo principal del dispositivo y puede funcionar en forma independiente. Eso sí: es una idea volcada en una patente y no sabemos si algún día llegará al mercado.
Si bien en esta nota señalamos que el negocio móvil es un negocio monótono y aburrido, en los laboratorios de desarrollo surgen algunas ideas disruptivas. Por ejemplo, el Lenovo Legion Phone es un teléfono con una característica que no habíamos visto antes: tiene una cámara frontal ubicada en uno de los laterales del dispositivo. ¿Para qué? Está pensada para las transmisiones vía streaming de los jugadores, su principal público.