Ocho meses después del incendio que devastó la catedral parisiense, la prioridad es desmontar el andamiaje que dañó el fuego.[{adj:67052 alignright}]
Notre Dame vuelve a cambiar el perfil de París. Una gigantesca grúa de 75 metros ha sido erigida junto a la catedral con una tarea a la vez urgente, delicada y arriesgada: desmontar por fin el pesado andamiaje que fue colocado para efectuar reparaciones en la aguja antes del incendio que destruyó ampliamente la joya gótica de la capital francesa el 15 de abril y que, desde entonces, amenaza gravemente la dañada infraestructura del templo.
Los trabajos para asegurar los restos de la catedral se reanudaron este jueves, dos días después de las primeras navidades en más dos siglos sin que se celebre una misa del Gallo en el templo parisino, algo que no sucedía desde la Revolución Francesa. Retirar las 250 toneladas de andamiaje parcialmente fundido sobre la nave durante el incendio es una de las tareas más delicadas en esta fase aún de preservación de las estructuras previa al inicio de la reconstrucción de la catedral, para la que el presidente francés, Emmanuel Macron, ha establecido un plazo de cinco años pero que no se prevé ya que comience antes de 2021.
Son más de 10.000 tubos deformados, soldados por el fuego y recubiertos además por el plomo que se fundió de forma masiva durante el incendio, recuerda el diario Le Parisien. “No sabemos cómo va a afectar esto a la estabilidad de la estructura”, dijo una portavoz de la diócesis de París, según la agencia Reuters.
La gigantesca grúa amarilla, que Le Parisien ha bautizado ya como “la nueva aguja” de Notre Dame —la original, construida en el siglo XIX por Eugène Viollet-le-Duc y que estaba rodeada por el andamiaje ahora dañado, fue una de las principales víctimas del incendio, que también destruyó buena parte de la cubierta de la nave central— fue transportada a trozos a mediados de diciembre en un convoy de más de 40 camiones. Con una capacidad de carga de hasta 8 toneladas, la grúa deberá permitir la retirada, una a una, de todas las piezas del andamiaje antiguo. De manera paralela, se está erigiendo otro nuevo, más ligero y más alto, desde el cual los trabajadores podrán ir desmontando la vieja estructura. Se prevé que los trabajos comiencen en febrero, aunque todo dependerá del tiempo: según recuerda la Agencia France Presse, se requiere de un clima seco y no demasiado frío para poder realizar estos trabajos, algo difícil en los primeros meses del año en un a menudo húmedo y frío París.
Por el momento, la catedral sigue totalmente rodeada por un muro que separa los trabajos de los turistas que siguen agolpándose en sus alrededores. Grandes fotografías instaladas a lo largo de los muros muestran las tareas de recuperación y restauración de los tesoros y esculturas rescatados del incendio. Según AFP, el interior de la catedral ya ha sido totalmente vaciado por robots y los elementos recuperados han sido inventariados, clasificados y colocados en almacenes especiales erigidos en el patio principal de la catedral. Este debería reabrir parcialmente por fin a finales de enero, después de meses de retraso debido a las tareas de limpieza de plomo realizadas para eliminar cualquier rastro tóxico de la superficie.
Fuente: El País de España.