Las redes sociales se llenaron de fotos y dibujos de ropa interior en repudio al argumento de un jurado de Irlanda usado para absolver a un hombre de 27 años acusado de violación: La víctima, de 17 años, "llevaba una tanga de encaje". La indignación llegó al Parlamento irlandés.
El caso generó una fuerte indignación en Irlanda y -gracias a las redes- en todo el mundo personas publicaron fotos de su ropa interior con los hashtags #ThisIsNotConsent" (esto no es consentimiento) o #IBelieveHer (yo le creo).
"El uso de una tanga no da consentimiento. Una falda corta no es "buscársela". La ropa de una mujer no es una invitación abierta. No significa no. ¡No es consentimiento!", escribió otra en un posteo en Instagram.
Ropa interior en el Parlamento
La indignación llegó hasta el Parlamento irlandés, donde la diputada Ruth Coppinger exhibió una tanga de encaje en plena sesión en señal de protesta y denunció la "tradicional culpabilización de las víctimas".
"Puede parecer vergonzoso mostrar un par de tangas aquí ... ¿cómo cree que se siente una víctima de violación o una mujer cuando se muestra su ropa interior en un tribunal?” preguntó.
"La referencia a la ropa interior y la inferencia de que el jurado fuera invitado a pensar que, debido a que estaba vestida de esa manera, estaba pidiendo sexo, no nos sorprende", afirmó por su parte Noeline Blackwell, del Dublin Rape Crisis Center. La directora de este centro que se dedica a acompañar a víctimas de este tipo de casos, explicó que tienen motivos para no esperar más de la Justicia: "Acompañamos a la gente a los Tribunales y todo el tiempo vemos estereotipos de violación utilizados para desacreditar a denunciantes".
Tangas en la calle
Organizaciones feministas organizaron protestas en Cork, Dublín y otras ciudades de Irlanda para denunciar el machismo en la justicia y la culpabilización de las víctimas.
Decenas de personas corearon lemas como “la ropa no es consentimiento”, “las tangas no hablan”, “no es no” o “esto no es consentimiento” mientras sostenían ropa interior.
La diputada Coppinger, que participó de las protestas en Dublín, dijo estar muy entusiasmada por la repercusión. "La gente está harta del sexismo, del racismo o lo que sea que se use para dividir a las personas. Están ansiosos por cambiar eso. Es un reflejo de lo que pasó en los últimos cinco años en Irlanda. Se construyó mucho, cambiaron actitudes hacia la posición de las mujeres en la sociedad, particularmente entre los jóvenes", apuntó.
"La idea de que esto pueda suceder en 2018, de que lo que te pones de alguna manera justifica cualquier tipo de violencia sexual, está atrasada", contó al diario Metro.
"Es muy común ver este tipo de cosas cuando se trata de casos de violencia sexual, particularmente la violencia sexual contra las mujeres", dijo por su parte Fiona Ryan, una de las organizadoras de la marcha.
"Decidimos organizar esta protesta no solo para este caso específico, sino para pedir el fin del a culpabilización de las víctimas. Estamos pidiendo un cambio sistémico para que las personas, especialmente las mujeres, pero todas las víctimas de violencia sexual, obtengan una audiencia justa. No podemos esperar más", declaró.
Tn.com.ar desde EFE.