Viviana Cortez, docente de la escuela, contó que “todos los años realizamos con los chicos lo que se llama un ´proyecto de acción´sobre las problemáticas que se visualizan y tratar de generar un impacto positivo en la comunidad”.
Originalmente y como ya había ocurrido en otros años eleccionarios, el Cens había organizado un debate de candidatos a intendentes. Sin embargo “se dio una situación bastante incómoda esta vez” ya que una de las principales candidatas, Norma Trigo, que aspiraba a la reelección, se excusó y no quiso participar.
“Los chicos se sintieron bastante mal al estudiar cómo hacíamos para levantarlos”, contó la docente.
Fue así que, “salimos a caminar y detectamos que había un serio problema con el arbolado. Acá, a media cuadra de la escuela, teníamos un par de árboles que daban buena sombra, fueron talados hace un par de años y no fueron repuestos”.
Así fue que descubrieron que Edeste tenía un plan de forestación y los alumnos se ofrecieron a colaborar con él: “Hicimos un relevamiento y propusimos algunos sitos que eran los que más necesitaban ser forestados: Algunas fincas, algunos puestos, barrios nuevos, muchas calles públicas que están desforestadas. Así hicimos actas de compromiso con los vecinos, ya que el plan contempla el cuidado posterior de los árboles”.
Algunos vecinos se encargan del riego, pero los alumnos, durante los tres años de cursando en el Cens, también se responsabilizan del riego en la vía pública y el cuidado general de los ejemplares: “Los chicos riegan muchos de los árboles de las calles públicas, porque la municipalidad no tiene nadie designado y tampoco hay una intensión de mantenimiento”.
Viviana acotó que “una vez plantados, recorremos periódicamente la zona para controlar el cuidado, el crecimiento y damos charlas en las escuelas y la idea que los chicos (el grupo que integra el proyecto) después de egresar dentro de dos años, puedan seguir con el cuidado del arbolado”.
Edeste aportó una partida contratada de cuatro operarios, un ingeniero agrónomo, movilidad, herramientas, tutores, polainas, abono y los ejemplares del Inta. Los 10 alumnos, que tienen entre 17 y 40 años y que son parte de los 60 que cursan en el Cens, colaboraron en cada paso.
Las especies plantadas fueron de aguaribay, algarrobo, acacia y cina cina, además de algunos ejemplares de fresnos que fueron regalados entre los vecinos.
Ahora se puede ver a “Los custodios verdes”, como se autodenominó el grupo, regando los retoños plantados en las calles de Santa Rosa.
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