La Fundación Jardín Florido realizará el sábado próximo, una bicicleteada por el barrio San Agustín de Paraná. La misma coincide con la conmemoración del Día Mundial del Bastón Blanco, registró AIM.
El evento es una bicicleteada (paseo en bicicleta) por todo el barrio San Agustín. Se realizará el próximo 13 de octubre y es la segunda actividad del Plan Trienal como Fundación.
La misma comenzará a las 15:30 y partirá del hogar ubicado en calle Florencio Sánchez 823. Según adelantaron desde la organización, habrá sorteos, premios, frutas, torta frita, juegos y mucho más.
Además, esta actividad se desarrollará en el marco de la conmemoración por el Día Mundial del Bastón Blanco.
Todos los interesados en recibir más información pueden comunicarse al teléfono 4373615.
La Residencia Jardín Florido fue inaugurada en 1997 y es una organización no gubernamental, sin fines de lucro, destinada a la atención de personas con diferentes discapacidades, como ceguera, parálisis cerebral, microcefalia, autismo, entre otras. La institución, que funciona como hogar para la atención integral de estas personas, fue impulsada por Ramón Balmaceda, Yamila Abdala y Raquel Marcoantonio; y actualmente cuenta con el apoyo permanente de familiares, vecinos, comercios e instituciones públicas y privadas, dispuestas a reconocer la solidaria tarea que se realiza allí.
La institución cuenta con personería jurídica que la reconoce como fundación, cuyo objetivo es en parte, trabajar para sostener el hogar.
En el lugar se llevan adelante diversas actividades: talleres, ferias, etc.
El Día del bastón blanco
El 15 de octubre se celebra a nivel mundial el Día del Bastón Blanco, elemento que se constituye como un importante medio para la independencia y autonomía de la persona ciega, constató AIM.
En diferentes partes del mundo las personas ciegas conmemoran este día tan importante llevando a cabo campañas de concientización o convocando a la gente para que experimente la falta de visión y reflexione al respecto. La práctica más común, y que en los últimos tiempos es aceptada con mucha participación y predisposición, suele ser invitar a los transeúntes a vendarse los ojos y caminar por la ciudad valiéndose de la ayuda del bastón.
Desde su invención, el Bastón Blanco se implementó con mucha dificultad por parte de las personas con discapacidad visual o, como se los llamaba antiguamente, “deficientes visuales”. Sin embargo, recién en forma posterior a la segunda guerra mundial el uso de esta herramienta se complementó con el aprendizaje de técnicas de orientación y movilidad, que brindaron a las personas ciegas una herramienta integral que favoreciera su autonomía.
La técnica de uso del bastón consiste realizar movimientos con el mismo demarcando o “dibujando” una especie de arco desde la empuñadura del bastón hasta el otro extremo del mismo, el extremo más próximo al piso. Este “arco” demarcado con el movimiento del bastón nos permite detectar obstáculos escalones o cualquier elemento que sea peligroso para el desplazamiento de la persona por calles, veredas o lugares interiores.
El bastón blanco es un elemento fundamental para las personas ciegas, no solamente porque es el pasaje a su independencia sino también porque lo distingue de las personas que ven, y porque les informa al resto de las personas de esta característica particular de la persona portadora del bastón.
Un dispositivo alternativo del bastón blanco fue la utilización de perros guía, pero no es algo demasiado usual en nuestro país, debido a los altos costos de adiestramiento que implica y a que aún se encuentran muchas resistencias a nivel de sociedad para aceptar la presencia de animales en determinados lugares públicos (a pesar de que esto está regulado por normas legales).
Una variante del bastón blanco es el bastón verde, elemento que utilizan las personas que cuentan con un resto de visión. La diferencia entre un color y otro le brinda a la persona que desee ayudar, la información sobre el grado de disminución visual de la persona, pudiendo determinar si es ciego total o no.