Falleció este domingo en Paraná, a los 81 años, la ex presidenta del Centro de Jubilados y Pensionados Provinciales de Paraná, Rubelinda Ana Borghese, supo AIM. Comprometida con la sociedad, se desempeñó como titular de la institución desde 2016 a 2021. Su impecable labor marcó una impronta que perdurará en el tiempo.
Rubelinda, la “Rube” como le decían, fue una mujer impecable, de esas que ponen alma, corazón y vida en lo que hacen. Trabajó la administración pública, en el Centro de Capacitación de la Administración Pública (Cecap), y luego en la secretaria de Obras Públicas del Gobierno de la Provincia, como directora, hasta su jubilación.
Comprometida con la sociedad, su trabajo no terminó con su retiro. Comenzó a acompañar al Centro de Jubilados de Paraná, y en mayo de 2016 fue electa presidenta.
Siempre atenta a las necesidades de los jubilados, Borghese encaró su labor con toda pasión. Acompañada por una comisión directiva que supo interpretar su deseo de aportar desde la capacitación y la solidaridad, realizó innumerables tareas que beneficiaron siempre a los socios.
Supo además que, la pandemia de Covid-19 ponía de manifiesto lo mejor de la condición humana, que es la solidaridad. En abril de 2020, Borghese dijo a AIM: “Siempre analizamos en conjunto de qué manera podemos contribuir a paliar esta crisis y de qué debemos abstenernos para no agravarla”. Entonces, adelantó que el jueves 30 de ese mes, la institución entregaría al Hospital Palma, un equipo Lumi 19, para desinfección de espacios cerrados por radiación ultravioleta germicida.
Silvia Otaño, que la acompañó durante su mandato como secretaria, afirmó a esta Agencia que “ante su partida y habiendo dedicado su vida a los jubilados y pensionados de Paraná, deja su legado para que se continúe con su trabajo y esfuerzo. Por eso la despedimos con un sentido pesar”.
Cálida evocación
La pianista Silvia Teijera la recordó con emoción: “Rubelinda fue una persona ejemplar. No solo fue una jefa sino también una madre, una hermana mayor para mí. En la administración pública me enseñó a trabajar, en el Centro de Capacitación de la Administración Pública (Cecap), en 1989, cuando yo desgravaba casetes. Me dio trabajo, como hizo con tanta gente, pero me enseñó a que lo haga bien y se encargó de hacerme saber que era importante que todo estuviera impecable”.
Teijeira destacó a AIM que, además, Borghese le inculcó “la solidaridad, que ella ponía en práctica en cada momento en su vida. Lo sé muy bien, porque siempre fue incondicional conmigo. Yo trabajaba para pagar mis estudios de música, mi formación, y ella me enseñó a ser cada día mejor en lo que hacía. Fue incondicional, una mujer que me apoyó siempre y hasta me prestó el dinero para comprar mi segundo piano, porque yo no tenía entonces para hacerlo. Yo no quería aceptar ese dinero, pero, sin embargo, me dijo: 'Vos lo compras, porque lo necesitás'”.
La pianista señaló que “valoraba mucho que yo hubiera tomado la decisión de dedicarme a la música, dejando mis estudios de Derecho. La verdad, me enseñó hasta en la última charla que tuvimos hace unos días. Es increíble para mí que haya partido. Rubelinda fue y será siempre una persona gigante, un gran ser excepcional. Mi corazón estalla de tristeza”.
Velatorio
Los restos de Rubelinda Borghese serán trasladados mañana lunes, a las 10, al cementerio Solar del Rio.