Dos hermanos fueron acusados de asesinar a golpes y cuchillazos a su padre en un crimen marcado por la violencia familiar. Investigan si los jóvenes actuaron bajo emoción violenta por las agresiones de las que habrían sido víctimas.
"Vivimos mucha violencia, nos pegaba a nosotros y a mi mamá. Nos decía que nos iba a matar a todos. Siempre que tomaba, nos golpeaba. Era despertarnos a los golpes. Con Fernando y Matías era peor. Cuando me contaron lo que había pasado, no lo podía creer", confió a LM Neuquén Diego Jara, uno de los hijos de Orlando, quien fue brutalmente asesinado por sus otros dos hijos en la localidad neuquina de Zapala. Ambos hermanos fueron acusados por el homicidio y se les impuso dos meses de prisión preventiva por riesgo de entorpecimiento.
Como tantas otras noches, el domingo, alrededor de las 4, Orlando Jara, un mecánico de 51 años, llegó borracho a su hogar, donde vivía con su esposa y tres de sus hijos en el barrio Zona II. Pidió comer algo y preguntó por ellos. "Están durmiendo", le respondió Hilda, su esposa, pero el hombre agarró un cuchillo y subió las escaleras, a la vez que amenazó con matarlos. Fueron los gritos de la mujer y el suplicio de su hija lo que impidió su accionar.
A los minutos, volvió a arremeter contra ellos, pero los chicos lo echaron a golpes de la casa y la madre llamó a la Policía. El mayor le golpeó el maxilar con un hierro. "Estábamos con mis hijos del lado de adentro del portón y Orlando estaba afuera, tenía dos cuchillos, y les decía a Fernando y a Matías que salieran, que los iba a matar uno por uno", expresó Hilda en una entrevista con LM Neuquén.
Las amenazas fueron presenciadas por los efectivos de Comisaría 48 que acudieron hasta el lugar ante el llamado de la mujer. "Les rogué que hicieran algo y los policías me preguntaron si yo quería ir a hacer la denuncia, cuando si salía de la casa, me mataba", confió indignada Hilda, quien tras la audiencia radicó la denuncia contra esos policías.
Orlando se fue a la casa del vecino, el móvil se retiró a los pocos minutos e Hilda entró a la vivienda. Sin embargo, la violencia no terminó allí. Apenas se asomó de nuevo a la vereda para amenazar a sus hijos, éstos salieron a la calle y lo asesinaron.
El más grande, Fernando, de 27 años, portaba una lanza de acarreo de vehículos, con la que golpeó a su padre en reiteradas ocasiones en la cabeza y en el tórax. Su hermano Matías, de 21 años, le arrojó una piedra directo a la cabeza y luego, lo apuñalaron cuatro veces.
Orlando Jara falleció por traumatismo grave de cráneo y dos heridas punzocortantes al corazón, tal como certificó la autopsia forense. Además, tenía múltiples lesiones producto de golpes y otras dos puñaladas, una en la cabeza.
Luego, de acuerdo a información que se desprende de la investigación, Fernando decapitó a su padre, colocó la cabeza sobre su tórax, se sacó una selfie y se la envió a un amigo. Esta prueba es fundamental para demostrar la autoría, pero también podría ser tomada por la defensa para argumentar emoción violenta. La misma adelantó que buscará otra calificación legal y prisión domiciliaria.
La horrible escena ocurrió ante la presencia los vecinos de la cuadra, que aún no salen del asombro. La fiscalía cuenta con tres testigos presenciales y distintas pericias a realizar para poder determinar la conducta que tuvo cada uno de los hermanos. Este lunes, ambos fueron acusados de homicidio agravado por el vínculo, delito que prevé una pena de prisión perpetua.
"Les rogué que se lo llevaran"
Tras la audiencia de formulación de cargos, Hilda denunció a los policías que fueron a su casa ante un llamado de auxilio. "Los policías estaba ahí. No puedo decir si eran dos o tres con el chofer. Pero sí que había dos parados en la vereda de mi casa al lado de Orlando. Les pedí que se lo llevaran, se los rogué, pero ellos no hicieron caso", denunció en la fiscalía de Zapala, y agregó: "Si ellos se hubiesen llevado a Jara, esto se hubiese evitado. Delante de los policías Orlando les dijo a mis hijos que los iba a matar".
Resaltaron la violencia que ejercía la víctima
La esposa, los hijos, familiares, amigos de los jóvenes y hasta los vecinos conocían de la violencia que Jara ejercía sobre su familia. Todos la resaltaron y destacaron que los dos hermanos se defendieron de "otro ataque" de su padre.
"Matías siempre venía a casa y nos contaba lo que le hacía el padre, que los despertaba a mitad de la noche y los golpeaba o les apuntaba con un arma", confió un amigo del joven de 21 años que está acusado de asesinar a su padre.
"Es mucha violencia, de toda la vida. Ella (por Hilda) siempre venía con un ojo negro y Fernando era al que más golpeaba", confió María, una vecina y amiga de Hilda, quien resaltó que los chicos sufrieron mucho. "Siempre les pegó, todos sabemos lo que les hacía, ellos se defendieron", sostuvo otro amigo de los hermanos.
"Cuando te pegan tanto, tenés que aprender a defenderte", sentenció Diego, quien se mostraba fuerte delante de su madre y su hermana, pero por dentro lloraba que había perdido a tres hombres en su vida.
"Mis hermanos la tienen complicada, lo único que espero es que no pasen tantos años adentro. Y mi papá cuando estaba sobrio era bueno, hacía cosas buenas para los vecinos y nosotros. El tema era cuando tomaba", expresó entre lágrimas y agregó: "Yo lo quería, era mi papá, pese a todo".
LM Neuquen