Córdoba es parte del club, que promueve la desregulación de la actividad y la apertura al ingreso de los grandes jugadores del agro
Las provincias de Santa Fe, Córdoba, Entre Ríos, Tucumán, Salta y Jujuy están elaborando un nuevo proyecto de Ley de Biocombustibles que, en los aspectos centrales, es similar a lo que proponía la Ley Ómnibus que presentó el gobierno de Javier Milei en el Congreso. Son las provincias productoras de bioetanol (elaborado a base de caña y de maíz) y biodiesel (aceite de soja), que se mezclan por ley con las naftas y el gasoil antes del expendio. Pero por diferencias, no serían parte del proyecto las provincias de Buenos Aires, La Pampa y San Luis, que también tienen plantas pymes productoras de biodiesel.
La especie comenzó a circular en la tarde del viernes pasado por los portales especializados en la temática de energía, negocios y la dinámica de la industria hidrocarburífera, en coincidencia con el desarrollo de la reunión entre los gobernadores y los funcionarios del Gobierno nacional, en función de lograr acuerdos en el camino al llamado Pacto de Mayo convocado por el primer mandatario.
De hecho, el tema se incluyó en la mesa de debate, en términos generales como un proyecto de desregulación integral del sector y de apertura al ingreso de los grandes jugadores del agro.
En los hechos, la iniciativa propone licitaciones privadas como mecanismo de abastecimiento del mercado local, hoy regulado por cupos y precios desde la Secretaría de Energía. Además, contempla el ingreso de las grandes cerealeras como Cargill, Bunge, Dreyfus, AGD y Cofco, entre otras, al mercado local de biodiesel, hoy imposibilitadas por la Ley 27.640. La actual norma habilita a las cerealeras sólo a exportar, precisó un informe del periodista especializado Roberto Bellato.
La iniciativa también plantea la postergación para producir bios para las refinadoras de hidrocarburos como YPF, Raízen, Axion Energy, Puma y productores de crudo que evalúan desembarcar en el negocio, agregó. Recién las habilitaría cuando el porcentaje de mezcla con las naftas (hoy en 12 por ciento) sea superior al 18 por ciento en el caso del bioetanol y 15 por ciento en biodiesel con gasoil (hoy 7,5 por ciento), algo que en varias refinerías ven muy lejano, ya que en la Ley Ómnibus estaba previsto que se llegue a estos porcentajes recién a partir de 2028.
Este punto sería cuestionado por las refinadoras, que sostienen que va en contra de la tendencia internacional que refleja que las petroleras están desembarcando cada vez más en el negocio de los combustibles de origen vegetal.
Los aspectos centrales de la iniciativa de las seis provincias serían similares a los que proponía la Ley Ómnibus en la Sección IV de Biocombustibles, que modificaba nueve artículos de la Ley 27.640. El paraguas que sostiene el proyecto es la Liga Bioenergética de Provincias Argentinas, organización que ya supo dar letra al proyecto de Ley de Biocombustibles que en 2023 presentara en minoría el bloque federal de Diputados bajo la firma del cordobés Carlos Guitérrez, al momento de discutirse el régimen que actualmente rige al sector.
La iniciativa surge de los gobernadores, sobre todo del santafesino Maximiliano Pullaro, donde están instaladas buena parte de las pymes de biodiesel del país (sobre todo en el Gran Rosario), las grandes cerealeras y los centros aceiteros y el puerto. En esta línea también está el mandatario entrerriano Rogelio Frigerio. Las diferencias con Buenos Aires, San Luis y La Pampa son puntualmente sobre el biodiesel. El argumento que sostienen en Santa Fe es que la mayor producción del país se realiza en esa provincia.
Desde una pyme santafesina señalaron al portal EconoJournal que “el punto central es la modificación del artículo 13 (que habilita las licitaciones) y creo que se tienen que bajar las expectativas desde las grandes aceiteras, las pymes y desde el gobierno nacional para que se logre un acuerdo social que permite planificar a largo plazo en los biocombustibles”.
Por su parte, Martín Llaryora de Córdoba, que produce bioetanol maicero, el tucumano Osvaldo Jaldo, el salteño Gustavo Sáenz y Carlos Sadir de Jujuy, que elaboran etanol de caña de azúcar, coinciden con el proyecto. Por esto, en el segmento de bioetanol no habría discrepancias.
Fuente: Comercio y Justicia