En la región la laguna Sauce Grande, de Monte Hermoso, sigue en estado de Alerta Naranja. Esto implica que el riesgo es medio y se deben tomar los recaudos del caso.
La subsecretaría provincial de Recursos Hídricos elevó a 12 el número de lagunas, ríos y arroyos en estado de Alerta Rojo (riesgo alto) o Naranja (riesgo medio) por la presencia de cianobacterias potencialmente peligrosas para la salud de las personas.
Una de esas lagunas –se indicó- es Sauce Grande, ubicada en el distrito de Monte Hermoso. Este espejo de agua sigue en estado de Alerta Naranja, lo que indica que las cianobacterias están formando floraciones con forma de estelas o franjas de color verde homogéneo.
En esta misma instancia se encuentran lagunas, ríos y arroyos de los municipios de Alberti (río Salado), Chascomús (en las lagunas Chascomús y Las Barrancas), General Madariaga (laguna La Grande), La Plata (Lago República de los Niños), Pehuajó (en las lagunas Cañadón y La Salada), Roque Pérez (río Salado) y San Miguel del Monte (Laguna del Monte).
En tanto, dos espejos de agua ubicados en Trenque Lauquen y Lezama se hallan en estado de Alerta Rojo. Se trata de las lagunas Hinojo y Chis Chis, respectivamente. En ambos casos –se reveló- “el agua luce coloración verde intenso, azul o azul verdoso”.
Esto indica “una acumulación extensa de cianobacterias en la superficie formando una capa continua, con floración consolidada”, por lo que el líquido “no se debe usar para consumo de forma directa ni para higiene personal”.
De la misma forma, se recomienda en los casos de alerta rojo “vitar el uso recreativo, alejar a los niños y mascotas hasta que la floración desaparezca y no consumir alimentos que provengan de allí”.
Según se aclaró, ante la presencia de cianobacterias, el viento puede trasladarlas e introducirlas en el cuerpo humano a partir de las vías respiratorias.
“No solamente la recomendación es no consumir peces que se hayan capturado en ese lugar, sino también no estar en ese sitio. Eso también puede afectar a la salud”, se explicó.
La directora de Monitoreo Hídrico, Paula Ramírez, señaló hace algunas semanas que la extensión de las alertas es “impredecible”.
“Se trata de organismos vivos, independientes, que tienen su propia dinámica. Por ahora queda esperar: no podemos hacer nada desde nuestra acción humana ni tampoco pronosticar si va a demorarse. Lo más importante, lo que recomienda la Organización Mundial de la Salud, es mantener informada a la población”, dijo.
“Estamos en contacto permanente con los municipios para que ellos también realicen las recomendaciones del caso a sus vecinos”, manifestó.
Hace algunos años, ante la ocurrencia de floraciones de cianobacterias en la provincia de Buenos Aires, la subsecretaría de Recursos Hídricos convocó a representantes de Absa, la Comisión de Investigaciones Científicas (CIC), el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas de Argentina La Plata (Conicet- La Plata), Unlp, UTN y los municipios afectados. Así nació el Programa de Gestión Integral de Cianobacterias en la Provincia de Buenos Aires.
Como primer objetivo se desarrolló el Sistema de Alerta Temprana por Cianobacterias, que involucra a todos los municipios que deseen adherir a la iniciativa.
De esta forma, con los datos que se reciben en forma periódica de las comunas y del monitoreo satelital, la Provincia genera un mapa interactivo que brinda información diaria a bañistas y deportistas, a fin de que no pongan en riesgo su salud.
Ese mapa se puede observar on-line ingresando a gba.gob.ar/cianobacterias.
Hasta el momento se han sumado a la iniciativa 41 municipios. Los últimos fueron Chivilcoy, Navarro y 9 de Julio.
Esto permitió incorporar al mapa puntos de sondeo en el Parque Laguna La Martija, el camping del partido de Chivilcoy, el Club de Pesca de Navarro y la Laguna del Parque General San Martín, de 9 de Julio.
“Esto marca un accionar responsable por parte de las comunas en conjunto con la Provincia para poder seguir de cerca la situación del cuerpo de agua y así mantener informada y segura a la comunidad”, se indicó.
Las cianobacterias son organismos microscópicos que están presentes principalmente en cuerpos de agua dulce (ríos, lagos, lagunas y demás), donde se concentran nutrientes favorables para el desarrollo de algas y vegetales.
El vertido de desechos cloacales e industriales, pesticidas y fertilizantes acelera este proceso natural. Por ello no existe una solución concreta a la floración de cianobacterias, aunque sí se puede mitigar su aparición.
Las floraciones de cianobacterias son eventos de crecimiento rápido de organismos microscópicos que viven libres en los sistemas acuáticos y que se hacen visibles cuando alcanzan una alta densidad.
Las aguas con floraciones de cianobacterias presentan un riesgo potencial para las personas y mascotas, ya que pueden producir toxinas o tener microorganismos patógenos (transmisores de enfermedad) asociados.
Los efectos sobre la salud pueden categorizarse en leves (picazón, ardor, irritación de mucosas, náuseas), moderado (malestar digestivo, vómitos, diarrea, alergias y mareos) o grave (hemorragias hepáticas, insuficiencia renal e insuficiencia respiratoria).
De los cientos de géneros de cianobacterias, una gran mayoría produce toxinas muy peligrosas: dermatoxinas, que atacan la piel y mucosas, causando alergias; hepatotoxinas, que pueden atacar el hígado y riñones; neurotoxinas, que pueden afectar el sistema nervioso central y causar la muerte de humanos y animales.
Fuente: La Nueva