La vicepresidenta y titular del Senado, Cristina Fernández de Kirchner, abogó este miércoles por la necesidad de "una ingeniería nueva para abordar el problema de la desigualdad" tras la pandemia de coronavirus en todo el mundo, reivindicó el rol del Estado y calificó de "necios y cínicos" a quienes niegan su importancia.
Así lo afirmó al dejar inaugurada este mediodía la Asamblea Parlamentaria Euro-Latinoamericana (EuroLat), que integran 75 eurodiputados y 75 representantes de los parlamentos de América Latina y el Caribe, que debatirá hasta este jueves en Buenos Aires en el marco de la 14ta sesión plenaria del organismo, bajo el lema "Una recuperación económica justa e inclusiva en paz".
El acto se realizó en el Auditorio Nacional "La Ballena Azul" del Centro Cultural Kirchner (CCK), con la participación de Oscar Dario Pérez Pineda, miembro de la Cámara de Representantes de Colombia y Co-Presidente de Eurolat por el componente latinoamericano; y Javi López, Eurodiputado y Co-Presidente de Eurolat por el componente europeo.
En su discurso, la vicepresidenta afirmó que "la pandemia ha trastocado vidas, gobiernos y el planeta entero" y dijo que "acentuó trágicamente la desigualdad", pero señaló que "aún en grandes tragedias podemos sacar cosas que nos sirven".
Al referirse al rol del Estado durante la emergencia sanitaria, la titular del Senado aseveró que "la pandemia vino a reinstalar la idea del Estado" y se preguntó: "¿Alguien se ha preguntado lo que hubiera sido de la vida de todos si los Estados no hubieran intervenido construyendo hospitales y negociando vacunas para salvarnos?".
"Que alguien siga afirmando que el Estado no es importante en la vida de las personas, es un necio o un cínico, que los hay de los dos", sostuvo la expresidenta.
En un mensaje para la pospandemia, Fernández de Kirchner aseveró que los gobiernos del mundo deben "abocarse a lograr una ingeniería nueva que permita abordar con mayor eficiencia, justicia y equidad el problema de la desigualdad" y asimismo afirmó que se requieren "normas de derecho internacional que sean respetadas por todos los países, sin ningún tipo de distinción".
"Que nos atengamos al derecho internacional y a las resoluciones de las Naciones Unidas es una gran idea que no se aplica y que el mundo requiere", dijo en otro tramo de su discurso.
Y agregó: "De los cinco países que conforman el Consejo de Seguridad con silla permanente y derecho a veto, todos -salvo China- en algún momento no han respetado las normas del derecho internacional. Hemos denunciado el doble estándar de las potencias que se creen por encima de los países y no respetan el derecho internacional. La ocupación por la fuerza de Malvinas encuentra el Reino Unido apoyado por otras potencias que, cuando no les conviene apoyar una invasión, la rechaza, y, cuando les conviene porque son sus aliados, está todo bien".