Enfrentando la amenaza de la sobreexplotación y extracción ilegal, los bosques azules de macroalgas marinas en Chile se encuentran en peligro
Cada bosque marino de macroalgas pardas (huiros y cochayuyo), son el hogar de más de 150 especies que se asocian a las distintas partes del alga y dan refugio a otras como los peces de roca, moluscos, cangrejos, caracoles, centollas, erizos y peces.
De acuerdo a numerosas publicaciones científicas, los bosques marinos funcionan de la misma manera que un bosque terrestre, es decir, son los responsables de transformar el dióxido de carbono en oxígeno, lo que es especialmente relevante cuando hablamos de cambio climático.
Las algas son los pulmones marinos del planeta. “El 60 por ciento del oxígeno generado en el planeta es a través de las algas marinas”, informó a Diálogo América, Paul Baltazar, jefe del Laboratorio de Investigación de Cultivos Marinos de la Universidad Científica del Sur. “Su sobreexplotación provoca una disminución drástica de mariscos y pescados (…) Estas plantas mantienen la biodiversidad de las especies acuáticas y actúan como fertilizantes”. “Cualquier empresa que se dedique a la sobreexplotación de las algas marinas o los compradores que incentivan prácticas ilegales debería ser sentenciados por no implementar las reglas adecuadas para la extracción de algas pardas”, recalca Baltazar.
El portal de periodismo científico Historias Sin Fronteras, en su reporte Deforestación de bosques acuáticos, resalta que la demanda incontrolable de China por las algas pardas causa sobreexplotación de este vital recurso en Chile y Perú destruyendo los bosques de algas de la región.
Chile, es el principal exportador de algas de Latinoamérica y uno de los principales exportadores del mundo. De acuerdo con Historias Sin Fronteras, el 90 por ciento de la planta es enviado seco y picado a China.
De acuerdo con una investigación de Diálogo América, el alza de las exportaciones puede atribuirse a dos factores. El primero es la disposición de los algueros (recolectores) para cosechar todas las algas que sean posibles, mientras el precio sea rentable. En segundo lugar, están las empresas encargadas de procesar y exportar las algas, sin importarles la procedencia legal o ilegal de estas, agregó.
Extracción ilegal de algas en Chile en alza
En diversas regiones del país, mayoritariamente del norte, la extracción ilegal de algas ha ido en aumento. Una señal de alarma que se daba a conocer desde la Región de Tarapacá en un informe oficial de Sernapesca en marzo del 2021, sobre un pequeño segmento de tiempo de poco más de dos meses, entre enero e inicios de marzo de dicho año: Iban 5 mil 300 kilos de algas extraídas ilegalmente, más del doble de lo que se incautó durante todo el año 2020, correspondiente a 2 mil 484 kilos.
Un reportaje de Aristegui Noticias identifica que las principales exportadoras de algas son Algas Sudamérica SAC y Globe Seaweed International SAC, que si bien, su presencia se sitúa en Perú, también estarían vinculadas con empresas chilenas. El 2022, se identificaba, por ejemplo, una red de 11 empresas vinculadas entre sí, que han estado investigadas por extracción ilegal en la zona de Los Vilos, Región de Coquimbo, según reportaje de Mongabay y El Desconcierto.
Este 13 de diciembre de 2023, en un operativo de fiscalización realizado por funcionarios de la Dirección Regional de Coquimbo del Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca), en conjunto con Carabineros, se logró detectar una planta ilegal de transformación de algas pardas. En el predio, ubicado en el sector de La Cebada, en la comuna de Ovalle, se hallaron alrededor de 12.3 toneladas de huiro palo y 30.7 toneladas de huiro negro, en distintos estados, desde alga húmeda a alga seca.
Días previos, el 8 de diciembre de 2023, gracias a denuncias ciudadanas, fiscalizadores de Sernapesca Atacama y Antofagasta junto con efectivos de la 1° Comisaría de Carabineros de Chañaral y apoyo del Municipio de Chañaral, lograron detectar a un camión que circulaba por la Ruta 5 Norte, que transportaba algas pardas, 21 toneladas de huiro negro con evidencias de haber sido extraído a través de la práctica del barreteo, técnica que saca el alga por completo desde el sustrato rocoso.
También, en la primera semana de diciembre de este 2023, en la localidad de Paposo, comuna de Taltal, se realizó una fiscalización en zonas de pesca y plantas de transformación de algas pardas, donde Sernapesca constató 3.000 kilos de huiro negro barreteado en planta de algas, siendo citado el titular de esta al Juzgado de Letras de Taltal, según comunicó la institución. Además, se fiscalizó a un recolector de orilla con 200 kilos de alga barreteada y se encontraron en playa otros 300 kilos de alga barreteada, de los cuales no había titular, siendo incautados para su posterior destrucción en vertedero municipal de Taltal, informó prensa del organismo público.
Sin embargo, el extractivismo de macroalgas que por años se ha visto identificado en zonas costeras del norte, también, lentamente, su práctica se va trasladando hacia el centro y sur del país.
El grave daño del método barreteo
Diversas organizaciones y estudios científicos han demostrado que el uso indiscriminado del denominado “barreteo”, uso de la barreta como método de recolección activa de algas, generan gravísimos daños a los ecosistemas marinos y su biodiversidad.
Según Alejandro Pérez, biólogo marino que lleva años estudiando estos organismos desde la Estación Costera de Investigaciones Marinas de la UC, en Las Cruces, en una publicación en el medio El Mostrador, resalta que el método de barreteo está generando que estas especies no se vuelvan a reproducir. Es decir, los bosques de huiros en Chile no se están reforestando.
“Hemos visto en algunos puntos cambios bien drásticos, donde la recuperación del huiro ha sido nula, como en Tongoy, Caldera, algunas zonas del norte, donde ha cambiado el paisaje del bosque marino, debido a la extracción masiva”, explica Pérez.
El científico también señala que alga más extraída en nuestro país es el huiro negro, macroalga parda que habita en costas rocosas, de aguas frías y de poca profundidad, formando un ecosistema rico en biodiversidad.
El doctor en Biología Marina, destacó en una reciente entrevista este 2023 en la Revista Ecociencia, que la industria alimentaria y la industria farmacéutica van a seguir demandando compuestos de las macroalgas pardas. “Casi el 40 por ciento de la extracción de algas pardas del planeta desde sistemas naturales es en Chile, entonces es una amenaza que tenemos en el país”, señaló Pérez Matus.
Nuevas amenazas a los bosques marinos negativos de estas plantas son motivo de controversia. Estudios científicos dan cuenta que la salmuera vertida en el medio marino costero aumenta la salinidad y temperatura, afectando a la vida marina y generando contaminación. A nivel mundial, las desaladoras generan grandes volúmenes de salmuera, con efectos perjudiciales para organismos marinos, incluyendo estrés osmótico y pérdida de biodiversidad, dado los cambios en los ecosistemas bentónicos (piso marino) que generan los cambios de salinidad.
Por su parte, el Departamento de Energía de Estados Unidos (DOE) ha anunciado en noviembre de este 2023, su interés en explorar la extracción de minerales críticos de las macroalgas oceánicas como una fuente potencial para aplicaciones energéticas. “Este enfoque innovador busca diversificar las fuentes de suministro de minerales esenciales para tecnologías limpias, como baterías de iones de litio y turbinas eólicas, reduciendo la dependencia de materiales extraídos de tierras raras, que a menudo generan preocupaciones ambientales y geopolíticas”, destaca el proyecto.
La iniciativa del DOE se basa en estudios que sugieren la presencia significativa de minerales valiosos, como litio, cobalto y níquel, en las macroalgas. Se argumenta que esta estrategia no solo contribuiría a la seguridad energética del país, sino también a “mitigar los impactos ambientales asociados con la minería terrestre. Además, se destaca la capacidad de las macroalgas para regenerarse rápidamente, lo que podría hacer que esta fuente sea más sostenible y renovable a largo plazo”, según argumenta este proyecto.
Sin embargo, detrás de esta propuesta optimista, surgen voces críticas que cuestionan la viabilidad y sostenibilidad ambiental de la extracción de minerales de las macroalgas. Se argumenta que la explotación masiva de estas algas podría tener consecuencias negativas para los ecosistemas marinos, afectando la biodiversidad y alterando el equilibrio natural. Además, se señala que la implementación de esta técnica a gran escala podría tener impactos impredecibles en las comunidades costeras y en las industrias pesqueras locales, generando preocupaciones sobre la equidad social y económica.
Salvemos los bosques azules
La campaña bosquesazules.cl, promueve la protección de los bosques azules, es decir, los bosques de macroalgas marinas de las costas de Chile, como los bosques de huiro y cochayuyo en la Patagonia que sustentan más de 150 especies, mucha de ellas de alto valor comercial, alimenticio y medicinal.
Quienes impulsan la campaña, señalan que la misión es clara: “Queremos informar y educar a través de diversas acciones, el enorme valor y beneficio que los bosques de macroalgas pardas aportan a los ecosistemas de fiordos, islas, canales de la Patagonia Chilena, al planeta y a la humanidad”
“La campaña nace del profundo sentir del grupo de personas y organizaciones que la creamos, quienes la hemos denominado: Salvemos los #BosquesAzulesCL de la #Patagonia Mediante la permanente entrega de contenidos propios en nuestras redes sociales y apariciones en prensa local, regional y nacional, queremos llegar desde las comunidades mismas de pescadores artesanales, recolectores de orilla, buzos, comunidades originarias y quienes habitan los tres maritorios: Los Lagos, Aysén y Magallanes, hasta las principales autoridades vinculadas a la puesta en valor y conservación de estas maravillosas especies, de manera de lograr políticas públicas concretas y específicas para su protección”.
Fuente: El Ciudadano