Buenos Aires, 6 de octubre (AIM).-En medio de tensiones por su reciente cambio de presidente, la corte debiera operar con mayorías; en el caso de que sea imposible el consenso, se sorteará a un suplente entre los presidentes de las cámaras federales del país y una nómina de abogados ya aprobada.
La jueza Elena Highton de Nolasco presentó su renuncia a la Corte Suprema en un contexto de cambios significativos dentro del cuerpo, luego de que Horacio Rosatti se impusiera como presidente en lugar de Carlos Rosenkrantz, en el marco de internas y presiones.
Así, el máximo tribunal quedará integrado por Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz, Juan Carlos Maqueda y Ricardo Lorenzetti. Tres votos coincidentes son suficientes para dictar una sentencia.
Sin embargo, si esto no sucediese la Corte, que ya ha pasado por un contexto similar cuando renunció el ex ministro Eugenio Zaffaroni en 2014, estableció un procedimiento específico para estos casos: se deben convocar a jueces subrogantes que se eligen por sorteo de entre los presidentes de las Cámara Federales de todo el país. En el caso de que ninguno de los jueces de las cámaras federales estuviese en condiciones de dictar un fallo, entonces se debe sortear a un conjuez de la Corte de una lista de abogados, ya elegidos y que tienen acuerdo del Senado.
Renuncia
Con 78 años, y luego de ejercer durante 17 años el cargo de Ministra de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, renuncia la única mujer que integra el cuerpo, argumentando cuestiones de salud.
"Tengo el agrado de dirigirme al Señor Presidente de la República, con el objeto de presentar mi renuncia al cargo de Jueza de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, con efectos a partir del 1 de noviembre del corriente año", dice la nota fechada el 30 de septiembre pero publicada hoy a través del Centro de Información Judicial (CIJ).
Si bien Highton renunció principalmente por razones de salud, la jueza había planteado un rechazo muy fuerte a la elección de Rosatti y Carlos Rosenkrantz como presidente y vice de la Corte, respectivamente, en la acordada realizada el pasado 23 de septiembre.
Highton de Nolasco llegó al máximo tribunal propuesta por el propio Alberto Fernández cuando era jefe de Gabinete de Néstor Kirchner. La jueza saliente era una de las más cercanas al presidente, junto con el pragmático ex presidente del tribunal, Ricardo Lorenzetti.
En este sentido, el panorama asoma inverso para la Casa Rosada dado que necesitan dos tercios del Senado para nombrar a un nuevo miembro de la Corte, número que no tienen. Incluso, si los números de las primarias se repiten en noviembre el escenario podría ser más hostil.
Ejemplo de ello es la imposibilidad por parte del gobierno de nombrar a un Procurador General de la Nación. El pliego del juez Daniel Rafecas para dicho cargo sigue sin tratarse luego de casi dos años de mandato de Alberto.
Desde la Casa Rosada dejaron trascender que buscarán a una candidata mujer para reemplazar a Highton, a pesar de que no haya una ley de cupo femenino que los obligue.