Según datos oficiales, en los últimos 25 años la pérdida de bosques nativos en el país fue de más de siete millones de hectáreas, una superficie similar a la de la provincia de Entre Ríos.
Sólo en 2022, la deforestación en el norte de Argentina fue de más de 110.000 hectáreas y, si se suman los incendios, la zona afectada supera las 200.000 El 75 por ciento de los desmontes se concentran en cuatro provincias: Santiago del Estero, Salta, Chaco y Formosa, en particular en los bosques del Gran Chaco, el segundo ecosistema forestal más grande de Sudamérica.
"Los bosques tienen un rol fundamental en la regulación climática, en el mantenimiento de las fuentes y caudales de agua, y en la conservación de los suelos. Concentran gran parte de nuestra biodiversidad, nos brindan maderas, alimentos y medicinas, y en ellos viven muchas comunidades indígenas y campesinas" explicó Hernán Giardini, coordinador de la campaña de Bosques de Greenpeace. "En estos momentos de crisis climática evidente, con efectos concretos en distintas regiones, no podemos seguir postergando las medidas que puedan proteger los ecosistemas frágiles".
A pesar de que en Argentina existe una muy buena Ley de Bosques, la mayoría de los desmontes son ilegales; todos los desmontes que se realizaron en la provincia de Chaco desde el año 2020 fueron ilegales, así como el 80 por ciento de los ejecutados en Santiago del Estero. Además, 120 mil hectáreas fueron afectadas en Salta y Jujuy por los incendios forestales y rurales.
"Es evidente que las multas no son suficientes, los empresarios suelen incluirlas como un costo más de producción", dice Giardini.
A partir de este lunes 10 de julio y hasta el 10 de octubre, la ciudadanía podrá votar si los desmontes ilegales e incendios forestales deben ser un delito penal. Los resultados serán entregados al Congreso de la Nación el próximo año. La participación en la consulta popular se podrá realizar a través de.votaporlosbosques.org