Como en Seúl 88, Argentina volvió a subir al podio en Tokio; y como pasó hace 33 años, el seleccionado argentino de voleibol tiene a un Conte en el plantel. Hugo, uno de los grandes jugadores de la historia, celebró en Corea del Sur y ahora vio a su hijo, Facundo, el “heredero”, festejar en Japón. Padre e hijo, medallistas olímpicos, y los dos lo consiguieron al superar en el partido por el bronce a Brasil
“Tantas veces pesó, tantas veces fue difícil cuando era chico… Hoy poder estar en la cancha demostrando lo que aprendí, lo que vi, lo que me enseñó… El hambre de gloria”, expresó Facundo tras un ajustado y vibrante partido vivido en las primeras horas del sábado, donde Argentina venció a Brasil 3 setes a 2 (25-23, 20-25, 20-25, 25-17 y 15-13).
“Hoy, conseguimos, a pesar de un montón de cosas, a pesar de todo, acá está la medalla. Estoy muy feliz de poder haberlo vivido”, agregó.
“Jugaba con la mía, a ver si me la presta”, bromeó Hugo en la nota que la prensa les hizo a los dos en Japón, y destacó: “Renovamos con esta que fue con un esfuerzo personal y de grupo muy fuerte”.
“Se vio muchísimo el esfuerzo que hicieron, por los 80 días que estuvieron afuera y después logra la medalla, es sentarse y ver cómo hicieron. Vivimos situaciones similares y en esos momentos no nos fue bien. La rompieron. Y hoy la rompieron más”, explicó Conte y aseguró que ver a su hijo en este momento “es un sueño desde hace muchos años”.