Tan sólo en el primer trimestre del año se produjeron un total de 70 femicidios de mujeres y niñas, dos transfemicidios y seis femicidios vinculados de varones adultos y niños, de acuerdo a un informe realizado por el Observatorio de Femicidios "Adriana Marisel Zambrano" que se desarrolla bajo el ala de la Asociación Civil La Casa del Encuentro.
El relevamiento titulado "Pandemia de Género" informó que en los tres primeros meses del año y que se desarrollan en la modalidad de Distanciamiento, Social, Preventivo y Obligatorio (Dispo) se cometieron 24 crímenes en la Provincia de Buenos Aires, seguido de Córdoba con 10, Santiago del Estero con seis, y Ciudad de Buenos Aires, Mendoza, Salta y Tucumán con cuatro.
En tanto que en La Rioja hubo tres femicidios, dos en Chaco, Neuquén, Río Negro y Santa Fe; y un caso en las provincias de Entre Ríos, Formosa, Jujuy, Misiones y San Luis.
En relación al vínculo con el femicida, 22 fueron cometidos por parejas y 23 por exparejas, siete por conocidos/vecinos y seis por otro familiar, precisó el análisis.
Además, se indicó, en un caso el femicida fue el padre o padrastro, y 13 sin vínculo aparente.
A su vez, al analizarse el rango etario, el estudio da cuenta que hubo mayor cantidad de víctimas entre los 19 y 30 años, con 28 femicidios, seguido por el grupo de 31 a 50 años con 27 y 51 a 65 con cinco.
Asimismo, La Casa del Encuentro remarcó que nueve víctimas habían realizado una denuncia previa, mientras que la mayoría de los asesinatos fueron cometidos en la vivienda de la víctima o en la vivienda compartida, con 27 y 21 casos, respectivamente.
También se advirtió que 20 de las mujeres fueron baleadas, 19 apuñaladas, 14 golpeadas, cinco ahorcadas, cuatro incineradas, tres estranguladas y misma cantidad de degolladas, y dos fallecieron como consecuencia de traumatismos.
Las víctimas colaterales de estos crímenes fueron 84 hijas/hijos, de las cuales 54 son menores de edad, durante el primer trimestre.
Según lo relevado, nueve femicidas tenían dictada una medida cautelar de prevención y en la misma cantidad fueron agentes o exagentes de fuerza de seguridad.
En tanto que dos víctimas tenían indicios de abuso sexual, cuatro eran migrantes, una estaba en situación de prostitución, tres embarazadas, dos eran mujeres trans y una era perteneciente a pueblos originarios.
Respecto de los femicidas, 10 de ellos se suicidaron tras cometer los crímenes.