El secretario Daniel Scioli y la subsecretaria Ana Lamas recibieron a la Red Argentina de Periodismo Científico
Para el gobierno argentino, el cambio climático no es de origen humano; es más, no se debería hablar siquiera de “cambio climático”. “La posición del Presidente respecto del cambio climático es que no es cambio climático, sino que es impacto climático, alteraciones climáticas, variaciones climáticas”, definió la subsecretaria de Ambiente, Ana Lamas, acompañada por el secretario de Turismo, Deportes y Ambiente, Daniel Scioli, durante una charla con miembros de la Red Argentina de Periodismo Científico ayer por la tarde.
En su momento, el presidente Javier Milei había dicho que el cambio climático era un invento del socialismo, pero eso no constituye “una negación al tema”, abundó Lamas, “sino que (Milei) está enrolado con los científicos que creen que no está todo derivado de la acción antrópica [humana]. Por eso hablamos de variaciones o impactos, no del cambio climático. Pero de todos modos vamos a seguir con los compromisos internacionales que la Argentina firmó en su momento. Seguimos adelante e incluso vamos a tener una reunión del gabinete nacional de cambio climático, aunque no hay fecha aún”, dijo Lamas.
La afirmación oficial contradice la evidencia científica disponible y ratificada en numerosos informes de expertos y consensos como los del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (Ipcc) que la Argentina integra, así como diversos tratados firmados por el Estado nacional; por ejemplo, el Acuerdo de París, en el que –sin embargo y al contrario de lo que decidiera en su momento Donal Trump como presidente de los Estados Unidos– la Argentina piensa quedarse, según se afirmó también ayer. La explicación es que “si nosotros no nos ponemos a tiro con (la reducción de emisiones de) los gases de efecto invernadero, se nos cierran muchísimos mercados”, afirmó Lamas. Antes, Scioli había recordado la visita del exvicepresidente norteamericano Al Gore a Buenos Aires en 2009, cuando vino a presentar Una verdad incómoda, la película documental en la que se muestran precisamente detalles de la ciencia del cambio climático. Gore y los científicos del Ipcc ganaron el premio Nobel de la Paz en 2007 por su trabajo contra el negacionismo.
Durante el encuentro de ayer, Lamas –quien vuelve al lugar donde trabajó como directora hace más de tres décadas con la entonces secretaria María Julia Alsogaray– dijo que no tenía una agenda de cuatro años todavía al mando de la subsecretaría porque “hay muchas cosas para decidir aún”. Por ejemplo, respecto de los créditos y la cooperación internacional, como los que el exministerio tenía con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). “Se está reestructurando todo eso, hoy no podemos disponer de esos fondos como antes, porque el Ministerio de Economía los reestructura (sic), así que no podemos tener un plan de cuatro años”, informó Lamas.
Los funcionarios nacionales también dijeron que no se van a privatizar los parques nacionales ni otros organismos relacionados con el estudio y cuidado del ambiente. “Son suposiciones, elucubraciones, como cuando dicen que se va a vender [el complejo presidencial de]Chapadmalal”, dijo Scioli. “Cuando se termine de aprobar la Ley Bases, de una u otra manera se avanzará sobre los temas pendientes, se busca una optimización de fondos”, detalló al responder en particular por el Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales (Ianigla). “No tenemos presupuesto para el Ianigla, que valoramos mucho, pero trabajamos con el presupuesto del año pasado, como todos”, admitió Lamas. Asimismo, deslizó: “Dudo mucho que desaparezca o lo privaticen”.
Explotación del mar
Por otro lado, Lamas y Scioli dijeron que la secretaría aprobará todos los pedidos de explotación del mar argentino a través de plataformas offshore, como la que planea y ejecuta la empresa estatal noruega Equinor. “Vamos a habilitar todos los proyectos offshore”, afirmó Lamas. “Queremos ser una máquina de facilitar procesos productivos”, afirmó Scioli en un momento. Respecto de la resistencia de algunas autoridades locales, como el intendente de Mar del Plata Guillermo Montenegro, quien en 2022 presentó un recurso de amparo para detener la exploración, Scioli indicó que es un error creer que la explotación petrolera choca con la idea turística de la ciudad: “A veces la información que va llegando no es buena, pero no hay interferencia [con el turismo], la plataforma de Río de Janeiro se ve a simple vista y no contamina, está probado, y las playas están llenas”, dijo el exgobernador bonaerense y exvicepresidente por el kirchnerismo.
Lamas, por su parte, agregó que cuando Montenegro se dio cuenta de la implicancia económica del proyecto cambió de opinión y “hasta el intendente de Necochea [Arturo Rojas, de Nueva Necochea, un partido vecinal]está preguntando por el offshore porque lo quiere por el rendimiento económico; es que, cuando se informan, cambian la posición”, remarcó la funcionaria, que es abogada egresada de la Universidad de Buenos Aires. La licencia social no es eso, sino la audiencia pública, agregó respecto de las quejas y movilizaciones que se suceden en Mar del Plata en resistencia por los daños que provoca al ambiente la exploración.
Por último, se tocó el tema de la deforestación, en el que Argentina muestra una de las tasas más altas del mundo pese a la sanción de la Ley de Bosques en 2007, que nunca tuvo el presupuesto que la misma ley marcaba. Lamas sostuvo que “cada provincia hace su ordenamiento territorial como mejor le parezca, como Nación solo podemos hacer un ordenamiento estratégico y estamos pensando en hacerlo. Ahora cada una se mueve suelta, sin saber lo que hacen al lado”, dijo respecto del polémico reordenamiento territorial que hizo Chaco y que, según diversas organizaciones ambientales, viola la Ley de Bosques, cuya tutela corresponde a la subsecretaría de Lamas. Sin embargo, ella confía en que se solucionará sin mayor intervención. “El mismo mercado va a llevar a no deforestar: el reglamento de la Unión Europea es que, si deforestás, no te compran cuero ni soja. Por ahora Chaco puede hacer lo que quiere”, concluyó.
Fuente: La Nación