Luego de 18 días de internación el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, fue dado de alta en San Pablo.
El funcionario había sido internado en un primer momento para someterse a una cirugía y extraerse una bolsa de colostomía con la que convivía desde septiembre, después de haber sufrido un apuñalamiento. Sin embargo, el cuadro se complicó cuando contrajo una infección y debió permanecer internado.
El boletín médico del Hospital Israelita Albert Einstein de Sao Paulo indicó que el dirigente de la extrema derecha "recibió el alta con el cuadro pulmonar normalizado, sin dolor ni fiebre, con función intestinal reestablecida".
La expectativa del gobierno y del Congreso es que Bolsonaro defina en las próximas horas el proyecto de reforma jubilatoria, la principal política de ajuste del gobierno en el área económica.