El punto de partida será avanzar un casillero en la cadena de valor de los rubros en los que Argentina ya es competitiva. Luego de extensas conversaciones con los distintos integrantes de la agroindustria, el Gobierno tiene listos los principales puntos del proyecto que enviará al Congreso en las próximas semanas para fortalecer la actividad.
El gabinete económico tiene la idea de que bajo las condiciones actuales la restricción externa estará siempre a la vuelta de la esquina. Entienden entonces que para romper con esa dinámica la única solución es agregar valor a las exportaciones. Para esto, el punto de partida será avanzar un casillero en la cadena de valor de los rubros en los que Argentina ya es competitiva. Luego de extensas conversaciones con los distintos integrantes de la agroindustria, el Gobierno tiene listos los principales puntos del proyecto que enviará al Congreso en las próximas semanas para fortalecer la actividad. Con la premisa de mantener el equilibrio fiscal y las metas trazadas en el presupuesto, los beneficios estarán enfocados en las nuevas inversiones.
La relación del Ejecutivo con el sector agropecuario estuvo marcada en 2020 por la aparición del Consejo Agroindustrial Argentino como un nuevo actor. Este interlocutor trajo un diálogo renovado y la posibilidad de arribar a acuerdos. De esas conversaciones se desprende el proyecto que Alberto Fernández anunció que enviará al Congreso durante la apertura de sesiones ordinarias.
Si bien desde el oficialismo reconocen que faltan ajustar algunos detalles, las cuestiones principales ya están definidas. El capítulo fiscal incluirá un nuevo marco normativo que permitirá la amortización acelerada de inversiones para todos los sectores de la economía agroindustrial. También está estipulada la devolución del IVA para esos nuevos desembolsos en el plazo de un año.
Desde el Gobierno explicaron que además se otorgarán bonos fiscales para invertir en semillas, tecnología, fertilizantes y en ganadería. En el último caso, buscan tener un ciclo más rápido que aporte mayor volumen de carne. Esto se da en un contexto donde la mayor demanda internacional está empujando al alza a los precios locales mientras el consumo de los argentinos se desploma a los niveles más bajos que se hayan registrado.
Días atrás, los empresarios del sector se contactaron con el Gobierno para chequear el estado de situación de la normativa. La respuesta de los funcionarios fue que el texto está prácticamente listo. “El proyecto de ley para fortalecer las inversiones en la agroindustria se enviará una vez finalizada la discusión por la modificación del impuesto a las ganancias”, confirmaron fuentes legislativas.
Estas políticas sectoriales volvieron a la agenda la semana pasada cuando el ministro Martín Guzmán, afirmó: “la agroindustria es fundamental en nuestra economía. Hemos buscado establecer una agenda virtuosa de articulación entre el sector público y el privado en diálogo con el Consejo Agroindustrial Argentino. Queremos reglas de juego que potencien su desarrollo”.
Casi en simultáneo, la gobernadora de Santa Cruz, Alicia Kirchner, se reunió con las autoridades de esa misma entidad y adelantó que los legisladores que representan a su provincia acompañarán la iniciativa con su voto. Los empresarios señalaron la importancia de que “se trate y apruebe lo antes posible para impulsar la reactivación de la economía con base en las exportaciones y el valor agregado”.
El ministerio de Desarrollo Productivo que conduce Matías Kulfas, ya tiene agendada una mesa sectorial para principios de abril.