A menos de 48 horas de haber recibido media sanción de Diputados, el Senado le dio luz verde este jueves de forma exprés a la creación de cinco universidades nacionales en una reunión conjunta de las comisiones de Presupuesto y Hacienda y de Educación y Cultura. Se trata de la Universidad Nacional del Delta, la Universidad Nacional del Pilar, la Universidad Nacional de Ezeiza, la Universidad Nacional de Río Tercero (Córdoba) y la Universidad Nacional de Madres de Plaza de Mayo.
Al comienzo de la convocatoria, que tuvo lugar en el Salón Illia y que comenzó a las 17:35, la fueguina y secretaria de la Comisión de Educación, María Eugenia Duré, anunció un reemplazo dentro de la misma: la senadora Juliana Di Tullio en reemplazo de la mendocina y vicejefa del interbloque oficialista, Anabel Fernández Sagasti.
Duré destacó la importancia del debate para la creación de las cinco universidades en el “día de los estudiantes, pero también es importante en términos de accesibilidad a la educación pública”. “Saber y decir que estamos en un momento donde la educación pública está siendo un poco vapuleada, puesta sobre la mesa en una manera en la cual es indispensable defenderla en cada uno de los derechos adquiridos por los estudiantes”, señaló la oficialista.
“Son cinco universidades que también vienen a traer más derechos para nuestros jóvenes y, sobre todo, aquellos jóvenes que no tienen la posibilidad o no han tenido la posibilidad de tener cerca de sus ciudades o en su provincia alguna universidad pública”, destacó Duré y añadió que “aspiran a reconvertir universidades provinciales en universidades nacionales”.
También comentó que los proyectos están recomendados por el Consejo Interuniversitario Nacional y planteó: “Ahí tenemos un desafío sobre todo para que aquellos que no tuvieron aún la posibilidad de estudiar puedan hacerlo de ingresar a la universidad pública y gratuita”.
La senadora destacó que “la Universidad Nacional del Delta va a abarcar diferentes zonas y va a traer cerca de 70 mil nuevos estudiantes”, y señaló que pone “énfasis en el conocimiento local, con desarrollo productivo sustentable y la incorporación de energías renovables”. “La propuesta académica tiene que ver con el mercado laboral. Estamos hablando de tecnología, biotecnología, biomecánica, mecánica, robótica, inteligencia, seguridad informática, ciencias del comportamiento, marketing digital, entre otras que va a otorgar a tener en su currícula académica”, contó.
Sobre la Universidad Nacional del Pilar, remarcó que “se juntaron más de 25 mil firmas para que se pueda crear esta universidad”, y que “no hay una universidad pública en la región que cubra las necesidades de educación superior de la población”. Mientras que “la propuesta académica es para los cinco parques industriales que hay cerca y viene a estar relacionada y a favorecer no solo al que va a estudiar sino de inserción laboral calificados”.
“Todo lo que tiene que ver con tecnología lo vemos insertado en la educación y en el mercado laboral. Es importante capacitar y formar a los jóvenes”, manifestó Duré.
En la Universidad Nacional de Ezeiza, explicó que “pasa de provincial a nacional” y que “el 55 por ciento de los estudiantes se encuentran insertos en el empleo formal”, destacándose en el desarrollo social y productivo de la región. “Esta universidad ha posibilitado que en el 2012 cerca de dos mil estudiantes iniciaran sus estudios que, por razones de pobreza, distancia, u otras condiciones de desigualdad social no lo habían podido realizar. Ahí está presente el Estado y la universidad”, precisó.
Para la Universidad Nacional de Río Tercero, Córdoba, afirmó que “esto se trata de una reparación histórica que tiene que ver con el atentado a fabricaciones militares y también tiene que ver con esa demanda social que nos demanda el pueblo y aquellos, no solo jóvenes sino también personas que no tuvieron en su momento la posibilidad de estudiar. Algunos hablarán de váuchers nosotros hablamos de universidades públicas y gratuitas en todo el país”.
Finalmente, en lo que refiere a la Universidad Nacional de Madres de Plaza de Mayo, aseguró: “Queremos que aquellos que han elegido lo que refiere a la formación universitaria en DDHH, también puedan asistir a una universidad nacional. Estamos acercando a la población a las universidades”.
A su turno, Di Tullio expresó: “Me pone feliz poder firmar la creación de universidades. Hoy tenemos 2 millones y medio de estudiantes en el país de 47 millones de habitantes y el 81 por ciento va a 57 universidades públicas”.
“En 1983 con 28 millones de habitantes teníamos 350 mil estudiantes universitarios, lo que hemos crecido. En el país tenemos una universidad cada 350 mil habitantes”, detalló la bonaerense y lo comparó con los países de Latinoamérica y apuntó: “Esto es para los que dicen que tenemos demasiadas universidades. Tenemos pocas universidades en comparación con los países de la región”.
Y cerró: “Tener una universidad con especificidad en derechos humanos es una de las mejores formas de celebrar estos 40 años de democracia ininterrumpida. Estamos dándole mejor calidad a la universidad pública en todo el país”.
“El Consejo Interuniversitario Nacional ha evaluado y aprobado estos proyectos de ley para la creación de nuevas universidades. Estamos trabajando con la garantía que da el paraguas federal más importante que tiene la educación universitaria argentina”, analizó el rionegrino Martín Doñate.
La santacruceña Ana María Ianni Con este tipo de proyectos renace la esperanza. Quiero transmitirles la alegría y las gracias de parte de más de 800 santacruceños. Hoy es un día de mucho acompañamiento a la comunidad”.
Una por una las universidades
Uno de los proyectos, aprobado en Diputados por 139 votos afirmativos, 74 negativos y una abstención, propone la creación de la Universidad Nacional del Delta, que comprenderá a los partidos de Tigre, Escobar, San Fernando y su zona de influencia en la provincia de Buenos Aires. Fue propuesta por Sergio Massa cuando era presidente de la Cámara baja y la diputada de su espacio Alicia Aparicio (FdT).
La iniciativa establece que las carreras que se dicten estarán orientadas principalmente a las ciencias vinculadas al turismo, la cultura, el desarrollo humano, el medio ambiente y la producción, con acento en temáticas asociadas a la tecnología, biotecnología, biomecánica, ingeniería, robótica, inteligencia artificial, seguridad informática, neuropsicología, ciencias del comportamiento, marketing digital, ciencias de la gestión, entre otras.
El otro, aprobado con 139 votos afirmativos, 75 negativos y una abstención, impulsa la Universidad Nacional de Pilar, a partir de proyectos presentados por los diputados María Rosa Martínez (FdT) y Ramiro Gutiérrez (FdT).
Establece, en un artículo similar al que plantean todos los proyectos que van en este sentido, que la universidad “planificará la articulación de sus carreras para evitar la superposición de su oferta académica a nivel geográfico con las de universidades ya instaladas en la región”.
La tercera iniciativa, originalmente promovida por la exdiputada y actual ministra de Desarrollo Social, Victoria Tolosa Paz (FdT), es la que propone cambiar el estatus de la Universidad Provincial de Ezeiza a Universidad Nacional. Fue la que menos votos afirmativos cosechó en la Cámara baja, al obtener 126 votos afirmativos, 89 negativos y ninguna abstención.
Impulsada por las diputadas cordobesas Gabriela Brouwer de Koning (Evolución Radical) y Gabriela Estévez (FdT), la Universidad Nacional de Río Tercero obtuvo en Diputados el respaldo más holgado dentro de los cinco proyectos que se trataron en este sentido: 155 votos afirmativos, 58 negativos y ninguna abstención.
La iniciativa establece que las carreras que dictarán estarán relacionadas “a las áreas vinculadas a los sectores productivos de bienes y servicios de la economía regional, a la actividad desarrollada en el Parque Industrial Río Tercero y zonas de influencia y las demandas de la comunidad universitaria”.
Por último, el paquete incluye a la Universidad Nacional Madres de Plaza de Mayo, que tendrá su sede en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, propuesta por Hugo Yasky (FdT). Se establece que los contenidos de los planes de estudio “estarán orientados en la defensa, promoción y protección para el ejercicio efectivo de los Derechos Humanos”. Fue aprobada con 132 votos afirmativos, 82 negativos y ninguna abstención.