La inestabilidad económica y política y el futuro del país ante las elecciones de octubre, genera incertidumbre “tanto en el sector económico como agropecuario”, afirmó a AIM el presidente de las Cooperativas Agropecuarias Federadas de Entre Ríos (Cafer), Juan Adolfo Balbi, quien destacó que prueba de ello es la debacle que se desató después de las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (Paso), “que nos afectó a todos”.
El dirigente de Cafer, institución que este año cumple su vigésimo aniversario, evocó la debacle económica posterior a las Paso, y dijo que esa circunstancia generó una gran incertidumbre en el sector económico. Balbi recordó que el 12 de agosto, las acciones cayeron un 37 por ciento (casi el 50 por ciento medidas en dólares), los bonos se depreciaron más del 30 por ciento y el dólar pasó de 44 pesos a 60, aunque luego bajó algo. “La caída prosiguió, y naturalmente, nos afectó a todos”.
Balbi está preocupado y no lo oculta. Quién sea el ganador en las elecciones del 27 de octubre definirá factores que incidirán, indefectiblemente, sobre el campo. “Hay rumores de economistas y politólogos, que opinan de dónde habrá que sacar dinero porque no alcanza. La situación económica del país es muy complicada y los compromisos de pago a organismos internacionales, anticipan que si no existe previsibilidad, el panorama seguirá agravándose”.
El presidente de Cafer se refirió a la siembra de maíz que recién comienza, y destacó la de la soja, aún por sembrarse, “sin tener la menor idea de lo que puede llegar a pasar en la actividad agropecuaria y cuál será la política de un nuevo Gobierno sobre el agro. Esa circunstancia también afecta a las cooperativas, porque somos el sostén de pequeños y medianos productores, que, ante medidas adversas al sector, son los más afectados”.
Elecciones afectan al agro
Balbi ratificó que cada elección presidencial trae aparejados inconvenientes e incertidumbre para el sector agropecuario. “El sistema que tenemos en Argentina, perfecto porque es republicano y federal, no garantiza que ante una elección todo siga funcionando normalmente. Por ejemplo, en el país hay muchas gobernaciones y municipios en los que ganó la oposición en las elecciones pasadas, que tienen por delante seis meses en transición, lo que no le hace bien a nadie. Si no tenemos un rumbo definido como país, cosa sobre la cual la clase política debería trabajar, no tendremos destino”.
El dirigente cooperativista puso como ejemplo de modelo que funciona Chile, donde a pesar de los cambios de Gobierno en los últimos años entre la derecha y la izquierda, “a nadie se le ocurre abrir o cerrar las exportaciones, porque tienen un rumbo. Podrán existir medidas orientadas más a la derecha o a la izquierda, pero nunca pierden el rumbo. Sin embargo, en la Argentina se cambian las reglas permanentemente, y eso incide. Por eso los capitales que vienen a invertir en nuestro país, nos miran con cuidado porque todavía no hemos encontrado el rumbo”.
Para Balbi, la clase política está en deuda con el pueblo, ya que debe definir qué país queremos. Es muy difícil trabajar sin reglas claras, sea en el sector agropecuario o industrial”.
También destacó que el nuevo Gobierno electo el 27 de octubre, “debe definir la política macroeconómica y financiera. No podemos seguir con tasas que van del 70 al 80 por ciento y que perjudican al sector productivo, es imposible”.
Lo que viene
-Qué propuesta presidencial favorece más al campo, a su criterio: ¿La de Juntos por el Cambio o la del Frente de Todos?
- Como dirigente, siempre trato de defender los intereses de los pequeños productores, a través del sector cooperativo. En realidad, no sabemos, porque los Frentes no han debatido, hasta ahora, sobre sus propuestas. No las hay y no sabemos qué harán con la política agropecuaria, con la macroeconomía, con las Leliq y el sistema financiero. Ni nuestro presidente, Mauricio Macri, ni el candidato del Frente de Todos, Alberto Fernández, dicen qué harán con la economía o cuáles serán sus lineamientos. Todo se escucha en los medios, crecen los rumores, se habla de la Junta Nacional de Granos, de la reforma agraria, mientras Fernández asegura que quiere trabajar junto con la Mesa de Enlace. Y el Gobierno actual habla de seguir por la misma senda porque “vamos bien”, aunque saben que hay sectores de la actividad agropecuaria que no están nada bien, al igual que muchas de las economías regionales. No hay una propuesta en la que se perciba un plan serio, que favorezca a todos en la República Argentina.
El campo siempre está
En rigor, Balbi aseveró que “es difícil opinar sobre algo que no está claro”, pero destacó que “el sector productivo sigue produciendo. Como se sabe, ante las adversidades económicas y climáticas que nos azotan frecuentemente, el sector productivo sigue apostando al país. En todo momento el campo apostó y lo seguirá haciendo. Aunque hay quienes no lo tienen en cuenta, cuando entran dólares al país, los economistas usan los medios de comunicación para decir: cuando lleguen los dólares del campo. Somos una actividad importante, absolutamente. Estoy de acuerdo con industrializar, sumar valor a la producción primaria, pero los políticos deben tener en claro que si el sector anda bien en un determinado momento, no hay que prestarle atención solo para aplicarle más impuestos. Soy un convencido que hay que ayudar a los sectores más postergados de la Argentina, pero no matando al que está produciendo. Ojalá la cosecha sea como la del año pasado, donde el clima acompañó y los precios también. Más allá de todo, el sector agropecuario seguirá apostando a la Argentina, porque no sabemos hacer otra cosa que producir y trabajar de sol a sol”.