Las quemas en el Delta es la punta del iceberg del modelo productivo extractivista que exponen crudamente que “estamos ante una neocolonización”, afirmó a AIM César Baudino, militante social, gremial y político de izquierda.

Como en una distopía, el uso de la razón instrumental por parte del capitalismo avanza sin piedad y se manifiesta en diferentes puntos del planeta tierra. Pero ante un escenario oscuro, emergen resistencias, que denuncian los atropellos de los poderosos y permiten pensar que no todo está perdido.

La pandemia y los incendios que se observan en diferentes puntos del globo, exponen a carne cruda que “el capitalismo depreda la vida”, remarcó Baudino a esta Agencia, quien precisó que “el sistema capitalista nos llevó a la depredación y al borde de la catástrofe”.

En ese escenario, se dan las quemas en el delta del Paraná. Precisamente, “el ataque a la naturaleza no se supedita a las quemas y el avance agrícola sobre las islas, sino que estamos en un proyecto dependiente de agrotoxicos, antibióticos para animales, extractivismo y la apertura de minas (donde estaba prohibido, con el intento de derogación de Leyes que protegen el ambiente) y la utilización del fracking, entre otras cosas”.

“Estamos ante una neocolonización; hay una vuelta de tuerca, donde la hidrovía Paraná-Paraguay es una herramienta para la circulación de las burguesías sudamericanas que se llevan las riquecazriqeuzas, mientras acá hay desnutrición e indigencia”, explicó el ex secretario general de la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (Agmer).

Sin embargo, “el eje que nos atraviesa desde hace 528 años -cuando llegaron los conquistadores (españoles, franceses, portugueses, alemanes e ingleses) sometieron a la población nativa y promovieron la trata de personas traídas desde África- hasta ahora es la resistencia. Estamos en una etapa de gravedad y la sociedad debe reaccionar ante los atropellos”.

“Paren con las quemas. Si bien hay una seca, la gran mayoría son intencionales”
Ante ese diagnóstico, se realizó una acción plurinacional a la que se sumaron activistas entrerrianos. La protesta de este domingo “se desarrolló muy bien”, contó Baudino, quien detalló que en la capital provincial hubo mucha gente en este contexto de distanciamiento social.

La jornada comenzó a las 16 frente al Juzgado Federal, “con un reclamo al juez federal Alonso (eslabón de todas las complicidades políticas de funcionarios de los gobiernos nacional, provinciales y locales), por su inacción, falta de procesados y acciones rápidas, porque las quemas de los humedales no resisten la menor desatención”. La protesta concluyó en plaza de Las colectividades, frente al río Paraná, donde se reclamó a los gobernantes una Ley nacional de humedales, que se penalice a los propietarios de las islas y que se avance en la creación de un parque nacional en el Delta.

Para Baudino, existen muchos intereses en juego que no distinguen gobiernos: “La grieta no existe, porque todos los partidos patronales están alineados y tienen un proyecto similar… Es más, hay un listado publicado por medios y periodistas oficialistas en los que aparecen el gobernador de la provincia, Gustavo Bordet; el ministro de la producción, Juan José Bahillo; el intendente de Victoria, Domingo Maiocco”.

Además, el docente lamentó que el Estado entrerriano “no tiene un solo avión hidrante, lo que es un escándalo. Hay un grupo de brigadistas que hacen el trabajo que no hacen los gobiernos ante la empatía que genera que un sujeto vivo, como la naturaleza, se queme”.

“Algunos entendemos que eso debe ser expropiado para generar un parque nacional público, pero hay una dictadura de los empresarios que imponen que todo debe ser negociable y esto nos está llevando al abismo”, remarcó el militante del Colectivo de Trabajadores por La Ventana.