Los docentes “estamos acostumbrados a la adversidad, nos crecemos frente a las dificultades y entendemos que con la fuerza colectiva y nuestra trayectoria de lucha lograremos que la educación pública y sus docentes tengamos el reconocimiento que nos merecemos”, afirmó a AIM César Baudino, integrante del colectivo de trabajadores Por la Ventana, ex secretario general de la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (Agmer).
A los trabajadores de la educación los 11 de septiembre los moviliza, encuentra, surca y atraviesa, pero este particular 2020 los interpela, dijo Baudino a esta Agencia, quien precisó: “Está claro que también es un día de festejo de nuestro día, sí, por supuesto, y hoy más que nunca, porque los maestros, abrimos puertas en estos tiempos de pandemias, quitamos cerrojos en épocas de aislamiento, ponemos el cuerpo y las ideas, abrigamos esperanzas, asistimos ante las múltiples violencias, alimentamos utopías, y aceptamos el reto”.
“Aceptamos el reto de inventarnos una nueva escuela; una manera diferente de enseñar, de acompañar y escuchar, de transformarnos en una mejor versión de nosotros mismos, ya que nuestros estudiantes nos necesitan, dispuestos a cubrir lo mejor posible, los vacíos, que la política educativa y los gobiernos que la efectivizan, iban y van dejando sin miramientos por todos lados. Y así repartimos los poquísimos dispositivos electrónicos disponibles en las escuelas y en nuestras casas, tratando que nadie quedara afuera, empezamos a buscar alternativas y nos fuimos familiarizando con las classroom, los zoom, pero también con los WhatsApp, los mails, y cada una de las opciones que nos permiten llegar a cada estudiante y familia. Esto no significa en absoluto que renunciaremos al derecho al encuentro es decir a la presencialidad porque el vínculo pedagógico se crea y recrea en mutualidad, en la complementariedad y la reciprocidad”, precisó.
En ese sentido, apuntó que “todo lo hicimos desde el compromiso y el amor, a nuestros gurises y gurisas, a nuestro trabajo, a nuestra manera de entender nuestro lugar en el mundo y nuestra tarea, esa que empodera, que nos predispone a apreciar la belleza, a rechazar la injusticia y abrazar con ahínco la libertad. Esa labor que nos hacer ser siempre impenitentes e impertinentes en la búsqueda de un mundo mejor”.
“Y en esta tarea, no nos olvidamos de la lucha, porque tenemos memoria, y sabemos que lo estamos haciendo solos. Los gobiernos nacional y provincial se olvidaron de los docentes y de los estudiantes, se olvidaron de que con salarios de hambre no se puede vivir, que sin conectividad es imposible una escuela virtual, se olvidaron que sin dispositivos electrónicos ni los maestros, ni los estudiantes de las escuelas públicas, estamos en igualdad de condiciones. Y después vendrán las pruebas PISA y antes, las estadísticas engañosas y así, pretenderán que suyo sea el rédito (mantuvimos la escuela en este contexto adverso) y nuestra la responsabilidad por los magros resultados obtenidos”, agregó.
Pero los docentes están acostumbrados a la adversidad: “Nos crecemos frente a las dificultades y entendemos que con la fuerza colectiva y nuestra trayectoria de lucha lograremos que la educación pública y sus docentes tengamos el reconocimiento que nos merecemos. Y aquí, en esta coyuntura tan surrealista, podemos ver la paradoja. Antes de la pandemia, éramos señalados de holgazanes, de abusar de las licencias, que no queríamos trabajar, y los estudiantes no aprendían nada. Ahora cuando la escuela se trasladó al ámbito intrafamiliar desnudó y demostró que no es tan fácil enseñar a los niñxs y jóvenes, que lleva mucho tiempo el seguimiento de la escuela en casa, y que los docentes están en la ‘primera línea’ recibiendo mensajes de consultas y presentando trabajos a cualquier hora y cualquier día”.
“Aprovechemos el momento, nuestro trabajo se ha visibilizado como antes no, afirmemos nuestros reclamos en pos de una mejor escuela en las familias de nuestros estudiantes, que la necesitan y reclaman tanto o más que nosotros, y recordemos que ‘queda prohibido no sonreír a los problemas, no luchar por lo que quieres, abandonarlo todo por miedo, no convertir en realidad tus sueños’, como decía Pablo Neruda”, remarcó.