Las medidas económicas y el Asilamiento Social, Preventivo, Voluntario y Obligatorio (Aspvo) por el Covid-19 “les sirven a los gobiernos de turno (nacional, provinciales y municipales) para hacer pasar un ajuste sobre los trabajadores, que viene de la mano de un aumento de medidas represivas que no solamente se ven en Argentina sino, también, en todo el mundo”, dijo a AIM Nadia Burgos, dirigente de la Nueva Izquierda-Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST).
El Covid-19 profundizó “un contexto de ajuste, que va de la mano de una crisis capitalista internacional, que no se ve desde la década del ‘30”, dijo la militante socialista a esta Agencia, quien precisó que en ese escenario los gobiernos “ejecutan medidas de tinte autoritarias y dan libertades a las ‘fuerzas de seguridad’ que hacen que haya situaciones que nosotros repudiamos como, por ejemplo, la brutal represión que hubo en la villa 351 en Paraná, donde no hubo explicaciones por parte de las autoridades provinciales”, dijo a esta Agencia Burgos.
Los gobiernos “utilizan las pandemias para acortar horas de trabajo (miles de empleados públicos perdieron horas extras), congelar salarios (desde diciembre del año pasado no se abre paritarias) y generar errores de liquidación (por lo que hay docentes que no cobran sus salarios como corresponde) y los paliativos del gobierno nacional a la crisis son subsidios a las grandes empresas desde la Anses en vez de contener a los trabajadores”, remarcó la militante.
Además, aclaró que Decreto del presidente Alberto Fernández anti-despidos “no imposibilitó despidos sino que los facilitó, al igual que las suspensiones sin indemnización a grandes empresas, que ganaron fortunas durante años y a las que no se les abre los libros contables ni se les hace auditorias sobre cuál es su situación”.
Para Burgos el gobierno se mueve al compás del capital, ya que “la flexibilización de la cuarentena es en función de las necesidades de las grandes patronales”, medida que “no había una necesidad urgente de concretar sino que se debía sostener el Aislamiento con respuestas a los trabajadores y no con parches como el IFE, que llega a cuentagotas”.
La cuarentena total “debe continuar con un subsidio de 40.000 pesos para los trabajadores que no pueden desarrollar sus labores, se debe arantizar ese mínimo para todos los que trabajan y se debe aumentar la jubilación mínima y no la estafa del seis por ciento que no llega a los 20.000 pesos, en un contexto donde para vivir se precisan más de 40.000 pesos”.
Ante este diagnóstico, Burgos consideró fundamental “discutir que las medidas de aislamiento no pueden ir de la mano de medidas represivas sino que hay que impulsar un control social sobre determinadas acciones, porque no necesitamos más presencia de las fuerzas de seguridad sino respuestas sanitarias frente a la pandemia”.