La China podría convertirse en breve en la primera potencia comercial del mundo, pero también en la vanguardia informática, terreno por ahora reservado a los Estados Unidos, que tienen las multinacionales más grandes en ese terreno.
El gobierno chino, como estrategia para lograr sus fines en el campo de internet, no permite penetrar en su territorio a empresas tecnológicas europeas ni norteamericanas y ha desarrollado las propias, que se propone exportar al mundo.
Así a las grandes empresas basadas en el desarrollo tecnológico del Valle de las Siliconas han opuesto otras que compiten con ellas y procuran desplazarlas de sus mercados.
En lugar de Google, Bi Du;, en lugar de Uber, Didi: por facebook crearon Tensent; en lugar de Amazon, Ali Babá; por You Tube, Youku; para reemplazar a Spoty Fi crearon QQ Music y en lugar de Whatsapp tienen Wi chat que hace el 70% de los pagos en un país poblado por 1500 millones de habitantes.
En corto plazo, China creará su propio internet, más eficiente y que ya está siendo adoptado por algunos países de Nuestra América.
Otra muestra de la pujanza china es la conexión ferroviaria y marítima entre 70 países del mundo, en lo que llaman "la nueva ruta de la seda", en recuerdo de la red comercial que en otros tiempos vinculó China con Europa.
China unirá por tierra Europa, Asia y Medio Oriente, que implica grandes obras de infraestructura en todo el mundo.
Las perspectivas son unirse para lograr un proyecto que satisfaga a todos o afrontar una guerra mundial promovida por la potencia que podría ser desplazada, Estados Unidos, que puede verse tentada a repetir el procedimiento bélico que les abrió mercados y le concedió liderazgo mundial después de 1918 y de 1945.
México es por ahora el primer campo de batalla en el continente entre la plataforma china de alquiler de vehículos con conductor y la estadounidense Uber. Con llamativas promociones y promesas de altos salarios fijos a los conductores —en un país en el que los sueldos bajos son habituales—, la empresa china se abre camino por primera vez fuera de su continente de origen y promete arrasar el mercado mexicano con su mayor inversión exterior con su propia marca —Didi— desde la creación de la enseña, seis años atrás. La empresa compró en enero de este año 99, una exitosa compañía brasileña de renta de coches con conductor, pero es la primera vez que llega a la región a través del crecimiento orgánico.