Las reflexiones de dos emprendedoras argentinas que se animaron a vencer los prejuicios y darle rienda suelta al sueño (o a la necesidad) de tener su propio negocio.
Trinidad Vergara es directora y fundadora, junto a Lidia María Riba, de Vergara & Riba Editoras, una empresa que publica y distribuye más de cuatro millones de libros-regalo por año, en español y en portugués. Susana Balbo es la primera mujer enóloga del país y alma mater de Dominio del Plata, la bodega que fundó en 1999 con la vocación de llevar los mejores vinos argentinos al mundo.
Uno de los desafíos que enfrenta la mujer es superar las limitaciones que nos imponen en nuestra educación
Ambas son referentes del ecosistema emprendedor de la Argentina y ejemplos de cómo todos podemos alcanzar lo que nos proponemos si hay convicción y ganas.
Se recopiló algunas de las reflexiones que compartieron cuando se las entrevistó sobre los desafíos que enfrentan las mujeres que deciden emprender su propio negocio.
Vencer el miedo: "Histórica o culturalmente, es más natural pensar que un hombre sea emprendedor, pero no hay ninguna razón más allá de ello. Las mismas mujeres son las que se ponen excusas por inseguridades propias" (Trinidad Vergara).
No existe el momento ideal: "Lo más importante es la energía interior. El emprendedorismo es una actitud ante la vida. Siempre va a haber crisis y dudas, pero postergar un proyecto por eso es sólo una excusa. Hay que tener confianza en lo que uno quiere y sentir que uno elige desarrollarse de esa manera"(Trinidad Vergara).
Dejar de lado las diferencias: Trinidad reconoce que nunca se topó con trabas por ser mujer y que siempre se manejó sin darle importancia a eso, porque "si se le da importancia, se marca la diferencia" (Trinidad Vergara).
Pensar en grande. "Es mucho menos arriesgado que pensar en chico. Proyectar a corto plazo es la receta del fracaso. Hay que estudiar bien el proyecto, hacer los deberes y tenerle confianza, pero si uno piensa en grande todo lo que se haga va a ser mucho más en serio" (Trinidad Vergara).
Reconocer las propias virtudes: "El aporte de la mujer a la empresa pasa por su visión holística, estar abierta al diálogo, considerar a sus subordinados como compañeros de ruta en la búsqueda de resultados, capacidad de ver varios puntos aparentemente en conflicto como un todo y poder encontrar soluciones creativas" (Susana Balbo).
Animarse a romper los moldes. "Uno de los desafíos que enfrenta la mujer es superar las limitaciones que nos imponen en nuestra educación. Darse cuenta de que hay muchos estereotipos creados por una visión cultural anticuada, que enfoca y encuadra a la mujer en roles que hoy ya pueden ser dejados de lado y probarse a sí misma que puede llegar a donde se proponga, con convicción y valentía, sin necesidad de renunciar a la maternidad o a tener una familia" (Susana Balbo).
La fórmula del éxito: "Creer en vos mismo, tener un proyecto claro, saber identificar una oportunidad de negocios, estar dispuesto a trabajar duro, capacitarte, capacitarte y siempre seguir capacitándote. Nunca darte por vencido, aunque debas empezar de nuevo varias veces: cada "fracaso" solo son nuevas experiencias que no funcionaron, por lo tanto hay que probar con otra" (Susana Balbo).
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