Jesse Duplantis tuvo una conversación interesante con Dios. La contó sin pudor en su programa This Week With Jesse, cuando lucía un traje azul marino, pañuelo mostaza en el bolsillo superior de la americana y una melena blanca perfectamente domada hacia atrás.
Parece un dandy, pero es un pastor evangelista de Luisiana, Estados Unidos. En su plática, el Todopoderoso le ordenó que reemplazara su actual aeronave por un Falcon 7X, un jet de lujo que cuesta 54 millones de dólares (46 millones de euros). Duplantis se preocupó por el reclamo ya que no podía pagarlo, pero Dios fue claro en su respuesta: “De eso no te preocupes”.
La buena memoria del pastor evangélico le permitió recordar una lección que le había dado el Señor en 1978, cuanto también le pidió que comprara algo que no se podía permitir: “Jesse, no te pedí que pagues por ello, sino que creyeras en ello”. Sin necesidad de mayores argumentos para convencerse de que era lo que debía hacer, el ministro cristiano le pidió a sus seguidores que donaran dinero para recaudar los millones de dólares necesarios. Así, sin arrugarse. “Realmente creo que si Jesús estuviera físicamente en la tierra hoy, no estaría montado en un burro. Piensen en eso por un minuto. Él estaría en un avión predicando el evangelio en todo el mundo”, explicó a sus feligreses.
Es verdad que el avión privado actual del pastor funciona sin problemas. Así mismo lo cuenta el pastor en el vídeo donde pide financiamiento. El pero que tiene es que para viajes largos Duplantis debe detenerse a echar combustible. Y el tiempo es oro. Con el Falcon 7X puede ir "a cualquier parte del mundo en una sola parada", según su discurso motivacional para captar donantes. No sería la primera vez que consigue que la comunidad financie su medio de transporte. Los últimos tres aviones privados que ha obtenido los ha comprado en efectivo con dinero de sus seguidores. “Saben que los he usado hasta quemarlos por el Señor”, dijo en el programa que llega 106 millones de hogares, según The Washington Post.
El vídeo de Duplantis llega después de que otro televangelista, Kenneth Copeland, de Texas, comprara un jet Gulfstream V por 36 millones de dólares. Ambos defendieron el uso de aviones privados durante una presentación conjunta en el programa de Copeland, diciendo que las aerolíneas comerciales están llenas de "demonios" que obstaculizan sus horarios apretados. Y a los escépticos que no creen que un ministro cristiano necesite renovar su avión privado donando por la comunidad por otro de lujo, también financiado por ellos, les regaló un consejo: “Recen, Dios les dirá qué tienen que hacer”.