En medio de una intensa jornada de debate en las comisiones de Diputados, se habilitó un nuevo espacio de discusión en la Comisión de Legislación de Trabajo para establecer los lineamientos de una reforma laboral que permita reducir la extensión de la carga horaria de los empleados.
Este miércoles fueron convocados ministros, dirigentes empresariales y líderes sindicales para buscar puntos de consenso entre los siete proyectos que buscan modificar la Ley 11.544 de Jornada de Trabajo, que lleva 94 años de vigencia. Una vez que se pueda determinar un proyecto en conjunto, podría emitirse un dictamen para votarse en el recinto. Entre los disertantes, las cámaras empresarias expresaron la principal resistencia, mientras que los funcionarios del oficialismo y los representantes sindicales se mostraron a favor.
Entre los especialistas convocados, estuvieron presentes representantes de sectores empresariales, como Ricardo Diab (Came), Daniel Argentino (Uipba), Oscar García Díaz y Oscar Urribaren (de la UIA bonaerense y cordobesa, respectivamente). Junto a ellos, se convocó a tres abogados especialistas: Héctor Recalde, Omar Yasín y Osvaldo Manzanares.
También se citó a dirigentes gremiales como Héctor Daer (CGT), Mario Manrique (Smata), Sergio Palazzo (La Bancaria) y Hugo Yasky (CTA). Finalmente, estuvieron dos ministros bonaerenses: Walter Correa (Trabajo) y Estela Díaz (Mujeres y Diversidad).
El abogado laboralista de la Unión Industrial Argentina, Juan José Etala, consideró que "no parece adecuado el momento en que se ha decidió avanzar en este complejo tema, no parece que en este escenario se pueda hablar de reducción de jornada laboral, ya que sólo aumenta la presión sobre el sector formal y no sobre los trabajadores no registrados, que es donde se debe apuntar".
En contrapartida, Omar Yasin entendió que "los fundamentos de la medida se basan en mejorar la calidad de vida, la baja de la siniestralidad, la disminución del ausentismo y la suba de productividad, aunque esta última no es absolutamente automática”. Su colega Héctor Recalde coincidió: "Me parece que a esta altura de la evolución de la sociedad reducir a siete horas la jornada laboral no es ningún acto revolucionario”.
Por su parte, la ministra Estela Díaz planteó su perspectiva: "Cuando pensamos en el trabajo de cuidados, la reducción de la jornada laboral es un factor que va a contribuir en el camino, como otras medidas, en la reducción de las brechas de género en el mundo laboral". Además, pidió "pensar la jornada laboral en torno a la relación entre el trabajo productivo remunerado y el trabajo reproductivo y de cuidados".
Desde el sector sindical, Héctor Daer pidió "debatir no solo la reducción sino la distribución de la jornada, y la adecuación tiene que ir por la vía de los convenios colectivos, estableciendo una jornada mínima, plazos para articularla, y además profundizar el debate”. Mario Manrique agregó: “No podemos decir ‘no es el momento’, si estuviéramos hoy acá discutiendo el cercenamiento de algún derecho laboral estaríamos al revés, no nos neguemos discutir el futuro”.
Reducción de la jornada laboral: qué dicen los proyectos
Existen siete proyectos de ley para la reducción de la jornada laboral, de los cuáles se buscará avanzar en acuerdos para establecer un dictamen de consenso que recupere posicionamientos de cada propuesta. Asimismo, no se descarta que la iniciativa sea parte de una más amplia de reforma laboral integral.
Uno de los proyectos impulsados por el oficialismo es el del líder de la CTA, Hugo Yasky, que propone una semana laboral de cuatro días, que, además, no podrá exceder las ocho horas diarias o cuarenta horas semanales.
Otro de las modificaciones es impulsada por la dirigente de la Asociación Bancaria, Claudia Ormaechea, que propone un día laboral de un máximo de seis horas diarias, y un tope de 36 horas semanales, con la posibilidad de que la jornada sea de 7 horas siempre y cuando la misma sea de lunes a viernes.
Por otro lado, el tercer proyecto que prevé la reducción de la jornada proviene del mismo sector: el secretario General de La Bancaria, Sergio Palazzo, que plantea una duración de la jornada que no podrá exceder las seis horas diarias o las 36 semanales, con la posibilidad de distribuirse en seis días. El proyecto coincide con otro propuesto por la diputada oficialista Mónica Litza.
Eduardo Valdés propone una nueva alternativa dentro de Unión por la Patria: que la jornada sea de un máximo 36 horas semanales, que se podrán distribuir en seis o cuatro días, en ese último caso si se trabaja en jornadas de siete horas y media.
La izquierda también se metió en la discusión a partir de una presentación del diputado Nicolás del Caño, del Frente de Izquierda. Su proyecto pone topes de seis horas diarias o 30 semanales, por lo que la distribución establecida sería de seis horas diarias en cinco días.
Por su parte, Enrique Estévez, del Partido Socialista, pide un máximo de 36 horas semanales con ocho horas diarias de trabajo máximas, permitiendo las distintas distribuciones horarias en la jornada: seis horas en seis días, siete horas en cinco días o ocho horas en cuatro días.