En el VI Congreso Internacional de la Confederación Intercooperativa Agropecuaria (Coninagro), que se realizó este miércoles en Buenos Aires, se debatieron los inconvenientes que atraviesa el sector desde hace más de una década, se escucharon las ideas de precandidatos a presidente de la Nación y se presentaron las propuestas de la entidad a dirigentes políticos , registró AIM.
En la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, Coninagro realizó su Congreso internacional, que se basó en tres ejes: el campo y la política; los candidatos y sus propuestas; y el futuro. Al respecto, el presidente de Coninagro, Elbio Laucirica, explicó: “El primero es el campo de la política. Coincidente con los primeros diez años de publicación homónima, para plantear a través de diferentes especialistas un conjunto de miradas diversas pero concluyentes sobre los desafíos del sector agrario en este tiempo. Hemos estado repasando los últimos libros que hemos presentado en las últimas seis ediciones que hemos realizado en los últimos diez años, y prácticamente con mucho pesar vimos que gran parte de todas las inquietudes que teníamos en la primera edición, las seguimos teniendo en la sexta edición y no la hemos podido todavía como maíz resolver estos problemas que planteábamos en el antes diez años”.
...hay que destacar el espíritu y la tenacidad de nuestros productores para enfrentar las adversidades, como, oportunamente, lo hicieron nuestros abuelos y padres, buscando en el asociativismo y en el cooperativismo la fuerza para enfrentar juntos estas calamidades...
Presidente de Coninagro, Elbio Laucirica.
Para cerrar el encuentro, se trabajó el futuro del campo argentino, “con la mirada puesta en el porvenir hacia el crecimiento e integración entre el campo y la ciudad”, dijo Laucirica.
Dificultades del campo, desarraigo y éxodo rural
En su discurso Laucirica planteó –frente al el secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, Juan José Bahillo- la preocupación ante el éxodo rural: “Nuestro país tiene un 7,4 por ciento de la población rural cuando la media en otros países es más del 20 por ciento. Y este dato nos preocupa y nos moviliza en temas como el arraigo de la tierra y la calidad de vida en el medio rural. En este sentido, hemos caminado por todo el país tomando contactos con los productores cooperativistas y cooperativas y federaciones para conocer aún más sus realidades”.
En ese marco, dijo que los productores trasmiten problemas valiosos: “El granizo en Mendoza; las heladas de la manzana en Río Negro; las dificultades en Misiones y Corrientes; la falta de manos de obra en Chaco; y, ni hablar, de la situación ganadera y de la lechería en Entre Ríos, Santa Fe y Buenos Aires. En febrero de este año, en ocasión de la Mesa del Trigo, estuvimos en Leones, provincia de Córdoba, en donde ya se avizoraba un gran daño por efecto de la sequía generalizada en toda la zona parcial, que inmediatamente denunciamos por sus efectos”.
Asimismo, precisó que tanto en las economías pampeanas (con producciones de grano, carne y leche) como en las economías regionales, los asociados trasmitieron, prácticamente, los mismos problemas: “La inflación; el problema cambiario; la alta carga fiscal; el conjunto de regulaciones y reglamentaciones, que entorpecen burocráticamente la gestión administrativa; el costo argentino; la inseguridad; la educación insuficiente; y, por supuesto, la falta de caminos rurales y conectividad, que dificultan la ratificación y el acceso a la salud en la población rural”.
Sin embargo, apuntó que ante la lista de adversidades se percibió “el espíritu y la tenacidad de nuestros productores para enfrentar estas situaciones, como, oportunamente, lo hicieron nuestros abuelos y padres, buscando en el asociativismo y en el cooperativismo la fuerza para enfrentar juntos estas calamidades. Precisamente las adversidades fueron el origen de nuestras cooperativas, que no solo nos facilitaron el acceso a los insumos y a una comercialización mucho más equitativa, sino también a darle valor agregado a nuestros productos”.
Ante ese escenario, Laucirica instó por políticas de Estado “que generen previsibilidad, reglas claras que permanezcan en el tiempo, incentiven la producción y el agregado de valores, que generan no solamente riquezas, sino también nuevos puestos de trabajo, de manera tal que el desarrollo sea una realidad para el conjunto de la sociedad argentina”.