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Política
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El desmantelamiento de la salud pública llevó al colapso del sistema sanitario

Hospital San Martín
Hospital San Martín Crédito: AIM

Años de desfinanciamiento, pauperización laboral y mala gestión de la crisis sanitaria durante el Covid-19 llevan al sistema de salud público al colapso más allá de los reiterados pedidos de los gremios que advertían que la falta de inversión y proyección de la sanidad pública atentaban contra los derechos de los trabajadores y al acceso a la salud. “Estamos camino a vivir la misma situación que Jujuy”, advirtió a AIM el secretario general de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) Entre Ríos, Oscar Muntes.

Desde hace años los sindicatos marchan por las calles entrerrianas para visibilizar que el repliegue del Estado vulnera derechos. Son, fueron y siguen siendo la punta de lanza ante el vaciamiento de áreas trascendentales. Por acción u omisión las gestiones dejaron al sistema de salud público desmantelado y hoy el Covid-19 expone a carne viva la las consecuencias del neoliberalismo, que se cobra la vida de los más vulnerables.

“Advertimos que el sistema sanitario estaba en una situación muy difícil y ahora queda expuesto esto que venimos denunciando desde hace tiempo, donde tenemos la mayoría del personal de los principales efectores de salud enfermos con Covd-19 y hospitales al máximo de su capacidad y sin los insumos suficientes para hacer frente a esta crisis sanitaria que empeora por cómo estaba el sistema de salud que no logró prepararse adecuadamente para afrontar esta pandemia”, dijo a esta Agencia Muntes.

En ese sentido, indicó que los sindicatos están “preocupados por la situación de Paraná, Gualeguaychú y otras localidades donde sigue creciendo la cantidad de contagiados de Covid, muchos de ellos trabajadores de salud (médicos, enfermeros, personal de maestranza y administrativos)”.

El gobierno “reconoce que faltan cosas y estoy convencidos que subestimaron el impacto de la pandemia, por lo que escuchamos a funcionarios advirtiendo que esto puede colapsar y podríamos llegar a la misma situación que Jujuy”, dijo el referente gremial.

En ese marco, Muntes señaló que “acá no sólo el sistema de salud estaba débil sino que los gobiernos (provincial y municipales) abrieron todas las actividades para responder a los sectores más concentrados de la economía pensando que no iba a pasar nada y ahora vemos que se muere los trabajadores y trabajadoras de salud, las personas de mayor edad y la población de mayor riesgo y enfermos. Esto lo habíamos advertido y no es una satisfacción porque este diagnóstico que le habíamos acercado a los funcionarios del gobierno fue ignorado y hoy estamos pagando las consecuencias con vidas de personas que podrían haberse salvado”.

En ese marco, Muntes lamentó la falta de disposición del gobierno para buscar soluciones y dar respuestas a los trabajadores: “Elevamos varios petitorios con una serie de reclamos que fueron ignorados y habíamos pedido que los trabajadores se sumen a los Comité de Emergencias (Coes) para aportar nuestra experiencia desde los lugares de trabajo, pero no hay respuestas por parte de las autoridades”.

Una cartografía poco alentadora
La demora en resultados de testeos y la falta de masividad ocultan el real mapa de situación entrerriano ante el avance del Covid en las principales ciudades de la provincia, pero el dato se queda expuesto al observar los hospitales.

Actualmente el principal problema es el recurso humano: en el centro de salud Oñativia (Corrales) están todos los médicos de guardia aislados (lo mismo todos los residentes de Ginecología y Obstetricia); en La Baxada, la mayoría de los médicos que estaban hispando también aislados; y en el San Martín el cuadro no es alentador ya que también hay muchísimos profesionales enfermos.

Los trabajadores “se la bancan como pueden, pero a este ritmo se teme no llegar porque estamos cansados; hay sobrecarga laboral, falta de condiciones laborales, precariedad en los insumos, poca infarestructura y malos salarios”, contó a AIM María De Los Ángeles Berón, referente histórica de enfermería en el hospital San Martín, dirigente de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA).

“Es preocupante la realidad que enfrenta el trabajador de salud, un trabajador esencial en este contexto de pandemia, ante un enemigo que es invisible, altamente contagioso”, indicó la enfermera, quien agregó: “Esta situación se agrava porque el sistema ya tenía faltante de personal y había ajustes por la poca inversión en salud”.

Desde marzo “estamos en una situación que nos empujan a enfrentar una realidad donde se observan las carencias de todo tipo, es decir, desnuda una realidad que veníamos denunciando desde hace años como trabajadores de salud”, remarcó la referente.

“Si bien los insumos en algunas instituciones (las principales de la provincia) está en terapias o lugares más críticos en otras no hay y eso quedó en evidencia en el plan erío de la Central de Trabajadores de la Argentina”, detalló la enfermera quien remarcó que el principal problema es de recursos humanos: “La falta de personal es un denominador común en todo el territorio porque faltaban profesionales entes de la pandemia y con esto se agudizó, a lo que hay que sumarle la falta de licencias profilácticas (para mantener un determinado equilibrio en la salud, para evitar que se enfermen) y que se suspendieron las suplencias en los lugares donde hay mayor demanda, como los hospitales regionales”.

El personal de enfermería, médicos, servicios generales, técnicos y demás “hoy se encuentra muy vulnerado y sensible en su condición, ya que no sólo vive situaciones límites en los efectores públicos sino que tiene que trabajar doble jornada (porque los sueldos son bajos) y la capacitación no fue acorde y tienen que responder como pueden a una problemática que cambia diariamente”.

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